A los riesgos que existen en todo negocio es imprescindible sumar el clima cuando uno se dedica a la producción agrícola. De las lluvias, el viento y el sol dependerá el resultado de la siembra. Este año, el exceso de lluvias dañó 95.000 hectáreas (ha) de maíz, soya y girasol. El riesgo se mantiene.
Vicente Gutiérrez, presidente de la Asociación de Productores de Maíz, Sorgo y Frejol, dijo que se perdieron unas 10.000 hectáreas sembradas con maíz debido a las precipitaciones pluviales. Además, hay varios caminos en mal estado.
Pese a ello, el dirigente cree que el rendimiento compensará las pérdidas porque alcanzarán las 200.000 toneladas.
Otro cultivo afectado es el girasol. Reinaldo Díaz, titular de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), dijo que de las 140.000 hectáreas sembradas, solo 66.000 ha están aptas para la cosecha. “Las lluvias y la humedad hicieron proliferar la enfermedad sclerotinia que afecta el rendimiento”, explicó.
En el caso de la soya, el 15% de 75.000 hectáreas sembradas quedó bajo el agua (11.000 ha). Para esta campaña esperaban sembrar 290.000 ha, pero creen que no se llegará a esa cifra.
El directorio de la Cámara Agropecuaria del Oriente se reunirá hoy para hacer un balance general y brindar una cifra estimada de las pérdidas por efecto del clima, según anticipó el titular Julio Roda.
En riesgo
La siembra de invierno del cultivo de soya se prolongará hasta el 15 de agosto por las lluvias caídas en el campo y se cree que algunos productores ya no podrán cultivar lo proyectado porque no alcanza el tiempo para hacerlo, según Díaz.
Hay un atraso de 30 días en la siembra de soya, y eso también afectará la cosecha porque se realizará hasta fines de noviembre, que es época lluviosa.
Díaz indicó que si los productores quieren seguir sembrando soya en los próximos días deben utilizar variedades de ciclos más precoces. El avance de siembra de soya era del 70% hasta fines de julio.
Los cañeros también fueron perjudicados por el clima. Piedades Roca, presidenta de la Comisión Nacional de Productores de Caña de Bolivia, afirmó que la zafra se atrasó dos meses debido a que los campos todavía se encuentran inundados y el trabajo mecánico o manual de corte es imposible.
Varias veces se llamó al viceministro de Desarrollo Rural, Eugenio Rojas, pero no contestó su teléfono móvil.
A fines de julio, el Gobierno anunció que reprogramaría los créditos al sector productivo afectado por el clima. Así, desde la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) explicaron que están a la espera de la norma. Al primer semestre, los créditos para agropecuarios alcanzaron los Bs 7.518 millones, según los datos oficiales de la ASFI
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