Alrededor de 2.1 millones de hectáreas están en proceso de degradación por el uso intensivo que reciben. La cantidad representa el 60% de los suelos que conforman la frontera agrícola, según dijo este miércoles el viceministro de Tierras, Johnny Cordero.
“Hemos notado mucha degradación de los suelos, casi 2.1 millones de hectáreas que estuvieran en proceso de degradación de los 3.5 millones que tenemos como frontera agrícola”, manifestó el viceministro.
Cordero precisó que las zonas en riesgo son principalmente la región andina conformada por los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí por el cultivo de quinua y sectores de la región del oriente por los cultivos de sorgo y soya.
Indicó que 2015 fue declarado por la FAO como Año Internacional de los Suelos; sin embargo, Bolivia, para encarar esta declaración, “en tema de normativa legal está muy corto”.
La autoridad señaló que el país solo cuenta con un Decreto Supremo sobre suelos, resultado de la Cumbre Sembrando Bolivia, realizada en abril de la presente gestión, para enfrentar esta realidad.
“Este Decreto Supremo nos está permitiendo que podamos encarar programas y proyectos especialmente en la zona andina. Ya nos hemos reunido con la Gobernación de Oruro para trabajar con los sectores de quinua, que están produciendo más y no están oxigenando los suelos”, señaló.
El viceministro dijo que en el país existen casi 18 millones de hectáreas potenciales para la agricultura, de las cuales alrededor de 7 millones ya tuvieron actividad humana; de esa cantidad, 3.5 millones conforman la frontera agrícola y de esta 2.1 millones de hectáreas están en riesgo de degradación.
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