En el foro Biotecnología para Bolivia: primero el Agricultor -evento para realzar los 40 años de vida de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA)-, los expertos internacionales José Perdomo, presidente de Croplife Latin America, y Ricardo Pedretti, gerente del Instituto de Biotecnología Agrícola de Paraguay (Inbio), coincidieron en señalar que en Bolivia urge un marco normativo para la adopción de la biotecnología como una herramienta para mejorar los sistemas de seguridad alimentaria.
A decir de Perdomo, América Latina es hoy un supermercado de alimentos para el mundo. En ese contexto, dijo que Bolivia, a pesar de tener tierra, recursos ambientales, mano de obra, mecanización, no aprovecha esta coyuntura para alinearse entre los países agroexportadores.
Hizo notar que Bolivia debe apostar de prisa por un marco regulatorio para seguir el ritmo global del tren de la biotecnología y permitir la incursión de multinacionales para desarrollar trabajos de investigación a fin de minimizar los riesgos de biosanidad en el uso de transgénicos.
Como referencia global, Perdomo sostuvo que hay experiencias validadas de proveedoras de insumos agrícolas que invierten en promedio $us 130 millones y trabajan en investigación hasta 13 años antes de lanzar un material transgénico al mercado. Mencionó que son 28 los países en el mundo que producen a base de biotecnología y que hay 18 millones de hectáreas sembradas e igual cantidad de pequeños agricultores usando materiales transgénicos.
Respecto a las ventajas del uso de la biotecnología, Pedretti indicó que desde que Paraguay adoptó la biotecnología en los sistemas de producción de soya, maíz y algodón -se remonta a 2005- ha dado un salto cuantitativo y cualitativo que coloca al país guaraní entre los referentes de producción y exportador de dichos cultivos.
Indicó que la tecnología aplicada en la agricultura ha permitido a los productores paraguayos afrontar de manera eficaz la sequía y la proliferación de enfermedades, además de recuperar áreas improductivas.
En sintonía con los expositores, el titular de APIA, Marcelo Traverso, indicó que la biotecnología aplicada a la agricultura en un adecuado marco regulatorio permitirá al país aumentar la tan necesaria productividad, mejorar la calidad de vida rural a través del incremento de los ingresos del agricultor y generar mayores agroexportaciones.
Agenda oficial pendiente
Cabe recordar que en la cumbre agropecuaria Sembrando Bolivia -se realizó en abril- se definió la creación de un comité nacional para desarollar un marco normativo de bioseguridad.
Se buscó, sin éxito, información oficial para conocer los avances al respecto. El viceministro de Desarrollo Rural tenía desactivado su equipo móvil
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