Las cifras son contundentes. En la actualidad, el rendimiento promedio a escala nacional es de 2,5 toneladas por hectárea (ha). En 2014 se han sembrado más de 300.000 ha, de la cual se tiene una proyección de 800.000 toneladas que generan alrededor de $us 150 millones y unos 100.000 empleos directos e indirectos. El Chaco tarijeño lidera la producción pues este año logró obtener 5 toneladas por ha.
El Chaco boliviano tiene 100.000 ha, siendo los principales Yacuiba, Villa Montes y Caraparí (Tarija) con unas 35.000 hectáreas; el Chaco chuquisaqueño, con unas 34.000 ha, y el resto está en el departamento de Santa Cruz.
Un equipo periodístico recorrió el Chaco tarijeño y observó los altos rendimientos de maíz que causan furor en los productores.
Benjamín Rojas, Santiago Herbas y Óscar Llanos son algunos de los hombres de campo que reflejan el buen momento de la producción en el Chaco tarijeño. Obtener el doble de ingresos es una buena noticia para el sector.
Los grandes beneficios vienen de la mano del Programa Nacional de Maíz del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), que también trabaja con el CIAT y el Vallecito y es asesorado por el Centro Internacional de Maíz y Trigo con sede en México (Cimmyt).
El coordinador nacional de maíz del Iniaf, Tito Claure Iriarte, aseguró que el híbrido Iniaf H1 tiene un rendimiento de 7 t por ha, tolerante a enfermedades foliares, buena cobertura de mazorca, días promedio a floración de 55 a 60 días y 150 a cosecha; mientras que el híbrido Iniaf HQ2, si bien tiene casi las mismas características, difiere en la calidad de proteína en el grano. Ambos granos pueden ser para consumo humano y animal.
El híbrido HQ1 es un maíz con grano anaranjado demandado principalmente por el sector avícola. En Bolivia, más de 700 millones de pollo se consumen cada año y gran parte del grano comercial va para este sector.
El éxito de las semillas de maíz se da gracias a los suelos y a las condiciones del clima que son mejores para el grano.
El maíz blando y el maíz amarillo duro son los más cultivados en Bolivia, especialmente este último ya que es fuente de alimento en la producción avícola, uno de los sectores con mayor crecimiento de actividad agropecuaria. La producción de maíz se concentra en las regiones del trópico, Chaco y valles, principalmente en los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca, Cochabamba y Tarija, por ello el presente plan focaliza su accionar principalmente en el maíz amarillo duro y en las tres zonas de producción descritas anteriormente.
Se garantiza la seguridad alimentaria
El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, que tiene en el Iniaf su brazo operativo responsable de la innovación tecnológica, ha decidido fortalecer los trabajos de investigación, transferencia de tecnología y producción de semilla de maíz en el país, señalan representantes de esa cartera.
En ese sentido, se busca desarrollar tecnologías de producción en el cultivo de maíz que permitan mejorar la productividad y calidad del producto para alcanzar las metas sectoriales establecidas por el Gobierno, orientadas a lograr la seguridad alimentaria y el bienestar de la población boliviana y de los productores en particular.
Para las zonas del Chaco el Gobierno también trabaja en la purificación y multiplicación de semillas con variedades priorizadas: blando sauceño, morochito, perla precoz y canario.
Mientras que en los valles se trabaja con variedades liberadas por el Sedag de Yacuiba como el algarrobal 108 para choclo, IBO 145 del CIITAI-Iboperenda para grano y del Centro de Investigaciones Pairumani el Compuesto 20 con calidad forrajera.
Asimismo, se ha identificado variedades nativas promisorias como: kulli criollo, kulli peruano, pisankalla, morocho, rumi pampa, en todas ellas se trabaja con la metodología de conservación en sus lugares de origen directamente con productores.
En el subproyecto mejoramiento para factores bióticos y abióticos, se trabaja con germoplasma nativo, para identificar variedades, sobre todo nativas que respondan a los efectos del cambio climático (sequía, bajo nitrógeno, etc)
LOS OBJETIVOS DEL PROGRAMA NACIONAL
Híbridos a bajo costo. El Programa Nacional de Maíz del Iniaf busca alternativas para productores de bajos ingresos, mediante el de- sarrollo de híbridos altamente productivos, pero a bajo costo comparados con los de las empresas privadas; solución a problemas de sequía, plagas, enfermedades, que permita optimizar la productividad y los ingresos de los productores, además de producir semilla de calidad y en cantidad suficiente.
Germoplasma. Se busca priorizar el germoplasma nativo con base a una investigación participativa y seleccionar y multiplicar semilla bajo la metodología de conservación in situ en respuesta al cambio climático; capacitar a productores en el proceso productivo del cultivo.
Los productores de Camiri proyectan mejores días
En las propiedades de El Chaparral, Campo León, Cascabeles y Paraíso de Camiri se culminó con éxito la cosecha de maíz. Leonardo Medrano indicó que este año ha sido bueno para los productores. La zona aumentó la siembra, pues hasta 2013 se sembraba 1.500 hectáreas; sin embargo, ahora se logró 2.000 ha. La semilla es certificada de Agrocentro.
Villa Montes concluye cosecha y se alista para nuevos cultivos
Eiber Méndez, responsable del Centro Experimental de Villa Montes, informó de que alrededor de 180 familias se dedican al cultivo de maíz. De manera general en esta región existen cultivos de trigo y soya y ahora se hace énfasis en estudios de papa, poroto, yuca, camote, sandía y zapallo. Además hay brócoli, cebollita verde, tomate y pepino.
Yacuiba avanza con un plan maestro de actividad agropecuaria
El sector productivo de la Región Autónoma del Chaco (Yacuiba, Caraparí y Villa Montes) se beneficia con Bs 18 millones del Fondo Rotatorio de Fomento Productivo. En la actualidad, cuenta con la Estación Experimental Agropecuaria El Algarrobal, facultada para producir material genético de alta categoría para cultivos de maíz, maní, soya y otras variedades. Tiene 150 hectáreas.'
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