martes, 1 de julio de 2014
Importación y precio de alimentos frenan al agricultor
Al finalizar la cosecha de 2013 don Faustino Mamani recibió menos de Bs 10 por cada caja de 20 kilos de tomate que vendió en el mercado Abasto. Producirlo en los suelos de Villa Nueva, en el municipio de Mairana, le costó alrededor de Bs 20. Además de la pérdida por cada caja, al ingresar al mercado tuvo además que competir con otra variedad de tomate pera, importado de Perú, de mayor tamaño y a un precio similar.
Al igual que Mamani, cientos de agricultores de la Mancomunidad de los Valles Cruceños, la principal zona proveedora de hortalizas y verduras de Santa Cruz, tienen que batallar durante cada temporada -con pocas probabilidades de ganar- con centros de abasto saturados y con una volatilidad de precios regulados por las leyes de la oferta y la demanda.
Según datos del INE, la importación de alimentos durante los primeros cuatro meses de 2014, sumó $us 242 millones, registrando un alza del 33% en el valor y un 66% en volumen, con respecto al mismo periodo de 2013.
Entre los principales productos que se importaron, entre enero y abril del 2014, está el trigo en grano por un valor de $us 48 millones, representando el 20% del valor importado; seguido de la harina de trigo por un valor de $us 22 millones, preparaciones para la elaboración de bebidas alcohólicas ($us 18 millones), arroz semiblanqueado ($us 16 millones), malta sin tostar, sorgo en grano para siembra, semillas de girasol, golosinas y pescado. Se importó un total de 410 productos.
Jimena León, jefa de la unidad de Estadística del IBCE, indicó que la importación de alimentos en el país garantiza la seguridad alimentaria, pues le permite abastecerse de productos que cubran las demandas de la población en productos básicos; no obstante, se pierde la sobe-ranía alimentaria.
Según León, la importación de alimentos puede generar una dependencia de abastecimiento del mercado externo, la salida de divisas, pérdida de empleos y desincentiva producir más. Agregó que un país importa alimentos cuando la demanda interna supera a la oferta nacional y que, particularmente en Bolivia, la producción local de alimentos se vio afectada por los efectos climáticos, falta de inversión y de seguridad jurídica.
Agapito Villagómez, técnico de Los Negros, en el municipio de Pampa Grande, aseveró que de esta zona salen cada día alrededor de 20 camiones con carga de verduras y hortalizas que se destinan en un 80% al mercado cruceño y el restante 20% a Oruro y Chuquisaca. Aseguró que los cientos de agricultores de este cantón no pueden competir con los precios de los productos importados debido a que aún mantienen el cultivo manual.
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