martes, 29 de julio de 2014

Cultivo de girasol se reduce en 50% en Santa Cruz



Las enfermedades en los sembradíos, el clima y el ataque de las aves (totaquis) redujeron en alrededor del 50% (95.000 hectáreas) el área de cultivo de girasol frente a la pasada campaña cuando se registraron 195.000 hectáreas, señala un informe preliminar de la Anapo.

Los agricultores de los municipios productores de girasol como Pailón, Cuatro Cañadas y San Julián adelantaron que la reducción en el sistema de cultivo afectará de manera negativa el volumen de producción de girasol en la campaña de invierno.

De acuerdo con una evaluación preliminar de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), gran parte de las 95.000 hectáreas (ha) sembradas ya fueron afectadas por los totaquis y esto reduciría aún más el volumen de producción proyectada para esta campaña que es de 97.850 toneladas.

Entre las causas que generaron la caída del área cultivada en la presente campaña agrícola están la lluvia, que generó un clima húmedo y frío durante la etapa de preparación de los terrenos así como en la siembra, en marzo, posterior a la cosecha de soya.

El presidente de Anapo, Demetrio Pérez, pidió abrir una investigación científica y legal para el manejo de estas aves que dañan el cultivo, porque picotean el capítulo y tumban el grano al suelo, que ya no puede ser cosechado. Los agricultores creen que al menos el 40% de la producción podría ser afectado por los totaquis, si es que no se trabaja en una norma que permita la eliminación de las aves, porque actualmente está prohibida su caza. “No sabemos qué hacer para contrarrestar esta afectación que cada vez es mayor”, señala Aldemar Succo, productor de San Julián.

También influyó para la reducción del cultivo la fuerte incidencia de la enfermedad de esclerotinia (sclerotinia sclerotiorum), provocando una disminución del rendimiento de hasta 50% en las zonas productoras.

Jorge Zárate, productor de Pailón, dijo que en algunas propiedades las aves se comieron toda la producción dejando un perjuicio para el agricultor que no recupera ni los costos de producción y menos para cumplir las obligaciones financieras.

El gerente técnico de Anapo, Richard Trujillo, adelantó que existen varias formas para minimizar el daño que producen las aves, entre las que figuran reventar petardos en medio de los cultivos, colocar espantapájaros, uso de híbridos en el capítulo para abajo e instalar cintas de colores que se mueven con el viento.

A decir de Trujillo, este problema no es solo en Bolivia, también ocurre en países vecinos y sería oportuno buscar una solución definitiva, porque las pérdidas de granos son significantes por culpa de miles de aves que existen y que no se las puede eliminar.

Piden caza controlada

Los agricultores piden una política pública que incentive a la caza controlada y responsable de los totaquis. De lo contrario, afirman, se corre el riesgo de que los productores desaparezcan.

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