El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), alista para el próximo 28 de abril, la cosecha y evaluación de 1.555 variedades de papa, en el Centro de Referencia de Cultivos Alto Andinos de Toralapa-Cochabamba (Estación Experimental de Toralapa), según información divulgada en el portal de la entidad que depende del Ministerio de Desarrollo Rural.
La misma fuente señala que actualmente, el INIAF conserva 1.555 variedades de papa en condiciones de campo (in vivo), que consiste en cultivar anualmente la cantidad de variedades en las parcelas de la Estación Experimental de Toralapa y almacenar en silos hasta la próxima siembra.
Las 1.555 variedades serán cosechadas y evaluadas participativamente, de manera que se pone en conocimiento, por primera vez en la historia de la conservación de la papa, a los directos usuarios de este tubérculo.
La Estación Experimental está ubicada a 90 km sobre la carretera antigua a Santa Cruz, a una altitud de 3.500 msnm, cuenta con infraestructura para albergue de personal técnico, para la investigación en cultivos andinos como la papa, oca, papa liza entre otros productos andinos.
se encuentran en una superficie total de 125 hectareasde los cuales 25 ha, se encuentra reforestada en el resto se desarrollan actividades productivas y de experimentación en sistema de rotación.
En Toralapa se han desarrollado actividades de investigación, principalmente en el cultivo de la papa; donde se ha seleccionado y mejorado variedades, además de implementarse tecnologías para el cultivo de papa y otros tubérculos andinos como la oca y papa lisa.
En 2010 la superficie cultivada de papa en Bolivia fue de 180.000 hectáreas y la producción llegó a 975.000 toneladas, con un promedio de 5,4 toneladas por hectárea. La totalidad de la producción se destina al mercado interno.
Bolivia cultiva unas 25 variedades de papa, un alimento apreciado y cultivado desde el tiempo de los incas en la región andina cercana al lago Titicaca. Los conquistadores españoles la expandieron por Europa.
La papa es el cuarto principal producto alimenticio en el mundo después del trigo, el arroz y el maíz. Los incas desarrollaron avanzadas técnicas para conservarla y una de esas variedades es el chuño (papa deshidratada) de amplio consumo en Bolivia y la región andina.
A pesar de su origen, los países andinos no son los mayores proyectores mundiales del tubérculo. Son China, India, Rusia, Ucrania y Estados Unidos, de acuerdo con los últimos datos disponibles de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, según sus siglas en inglés).
En los últimos años agrónomos bolivianos lograron una nueva variedad de papa que triplica el rendimiento por hectárea en relación a variedades de consumo comercial y es resistente a los efectos del cambio climático.
La papa llamada “Marcela” puede producir entre 30 y 40 toneladas por hectárea en condiciones óptimas del suelo y humedad cuando otras variedades producen hasta 10 toneladas, dijo a la AP Erik Murillo, director del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF).
Ocho años llevó a sus creadores perfeccionarla en base al cruce de la papa Huaycho, la más conocida y consumida, y la papa Alfa. “No tiene nada que ver con los alimentos transgénicos”, aseguró.
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