Los comunarios de Atocha y Llica, poblaciones ubicadas al sudoeste de Potosí, mejoran su producción agrícola con prevención de riesgos. En la primera localidad las familias cultivan hortalizas con sistemas de invernadero y en la segunda se hace aducción de agua para riego de los cultivos de verduras.
De este modo, las familias campesinas hacen frente a la lluvia, granizada y helada con sistemas de riesgos planificados por técnicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Algunos comunarios dijeron que el aumento en la producción de alimentos también provocó que las familias comiencen a incrementar sus hatos de camélidos (llamas y alpacas), además de corderos y chivos.
Las hortalizas fueron producidas en invernaderos y con técnica hidropónica. Este último método es utilizado por comunarios de Atocha en el cultivo de plantas usando soluciones minerales en vez del suelo agrícola. Con este método, las raíces reciben una solución nutritiva equilibrada disuelta en agua con todos los elementos químicos esenciales para el desarrollo de la planta.
Luego, pueden crecer en una solución mineral únicamente o bien en un medio como arena o grava. Los de Llica, también para la producción de alimentos, utilizan sistemas de aducción de agua hasta los cultivos.
Los productos alimenticios y los exitosos sistemas creados fueron expuestos en una feria realizada en la población de Uyuni (Potosí), en marzo pasado. En la oportunidad los mismos comunarios emprendedores explicaron sus experiencias a otras familias que ahora inician la tarea de mejorar las formas de producir hortalizas.
El proyecto ya beneficia a más de 11.360 familias, en ambos municipios, con una inversión de 4,9 millones de dólares.
La concejala del municipio de Llica Eleodora Luca Canaviri explica que desde hace cuatro años las condiciones agrícolas de su comunidad mejoraron con el proyecto de aducción de agua implementado por la gente de Unidad de Emergencias y Rehabilitación (UCER).
Aunque no precisa la cantidad de la producción agrícola, señala que ahora en su comunidad pueden sembrar hasta manzanas y legumbres que en 2008 era complicado por las riadas.
“En nuestro municipio teníamos el problema de las inundaciones por las lluvias que se llevaban toda nuestra siembra, pero ahora contamos con las aducciones hechas de cemento”, comenta.
El representante de la localidad de Coroma del municipio de Uyuni, Alfredo Ramos, que visitó la feria exposición, menciona que en su comunidad hay necesidad de contar con proyectos de prevención de riesgos, debido a los altos precios de la quinua real en el mercado nacional, que bordean los 1.300 bolivianos el quintal.
“Coroma es productor de quinua en un 80%; de las 15.000 toneladas que produce, cinco son comprados por los empresarios privados y el resto se va al mercado negro de Challapata (Oruro) y de allí sale hacia Perú”, asevera Ramos.
Ayuda europea
Las diferentes actividades agropecuarias y de gestión de riesgo fueron organizadas por la FAO-Bolivia, a través de UCER en el marco de los proyectos financiados por la Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea y en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el Viceministerio de Defensa Civil.
La Unión Europea (UE), a través de su Departamento de Ayuda Humanitaria, estableció como una prioridad en sus intervenciones apoyar iniciativas orientadas a elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a las poblaciones más vulnerables, principalmente aquellas asentadas en el área rural, medidas para prevenir riesgos. Las zonas son donde hay condiciones necesarias para la actividad agropecuaria como un medio de vida digno y productivo.
Los programas preventivos y la producción de alimentos responden a los impactos negativos del cambio climático, los que se registran en el país por su enorme biodiversidad de ecosistemas.
El jefe de la delegación de la UE, Kenny Bell, que participó del evento como organismo cooperante en ayuda humanitaria y de otras tareas en el país, señaló que el mejor mecanismo para mitigar los desastres naturales es la prevención.
$us 4,9 millones en seis proyectos
En el periodo 2008 y 2011, el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) implementó seis proyectos en igual número de departamentos, con un monto global de 4,9 millones de dólares a favor de 11.361 familias. Los departamentos con mayor apoyo fueron los de Potosí 636.118 dólares, Chuquisaca 615.019 y La Paz 566.038, seguidos por Santa Cruz con 461.375, Cochabamba 431.267 y Tarija 214.593.
La Unidad de Coordinación de Emergencias y Rehabilitación (UCER) logró salvar de las nevadas a 458.417 llamas madres y crías en el departamento de Potosí. Para este efecto se realizaron cuatro acciones para fortalecer la sanidad animal. La primera actividad estuvo dirigida a la recuperación de los animales mediante la vitaminización y la rehidratación mineral.
La segunda a la estabilización de la salud de los animales con el fortalecimiento alimenticio a través de la provisión de heno de alfalfa, cebada y avena. La tercera se enmarca en las acciones de carácter sostenible y prevenible con la construcción de corrales semitechados para reducir la tasa de mortalidad neonatal de los camélidos de un 39,2% a 5,6%, además de los efectos del frío y el ataque de depredadores (zorros). Por último se realizó la entrega de botiquines veterinarios comunales de uso rotativo en la zona,
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