Lluvias esporádicas pero persistentes continuaron cayendo ayer en el norte del departamento de La Paz, que es la región que está siendo la más afectada por el fenómeno de El Niño, presente desde diciembre en el país.
La cuantificación de las pérdidas es la que ahora está preocupando a los agricultores del área. Uno de ellos, Luis Tapia, declaró a EL DIARIO que en promedio se estima que aquéllas ascienden a cerca de los 3.000 dólares.
En el municipio de Luribay, la producción consiste en choclos, tomates, arvejas y habas, principalmente.
Al margen, los daños se producen en la inundación de los cultivos y la destrucción de cunetas que retienen las aguas. El alcalde de Luribay, Andrés Vásquez, dijo que su mayor afán es rehabilitar las cunetas, para evitar que las aguas del río Pequeje entren al pueblo.
De acuerdo con la información proporcionada por las familias de productores afectados, tras las últimas precipitaciones pluviales y granizadas, los pobladores perdieron más de 30 hectáreas de sus cultivos, en el municipio de Luribay.
Tapia indicó que los cultivos dañados fueron, principalmente, de tomates, arvejas, habas, choclo, pacay y durazno, lo que afectó bastante a los productores, quienes viven de la venta de estos productos, en el mercado local y regional.
El Alcalde reiteró que “cada productor perdió alrededor de 3.000 dólares, razón por la que las repercusiones económicas son considerables, tomando en cuenta que cada familia invierte más de 40 mil bolivianos en la adquisición de abono y azufre, entre otros insumos para el cultivo de una hectárea de algún producto”.
“En los últimos dos meses la intensidad de las lluvias ha aumentado el caudal de los ríos y los pobladores se sienten inseguros, debido a que desde la pasada gestión existen más de 300 damnificados”, dijo el Alcalde de Luribay.
Señaló que en la parte productiva las hectáreas dañadas y pérdidas son irreversibles, porque es la producción de casi un año, la que se ha perdió en las últimas riadas, lo que dejó sin recursos económicos, al menos, a 60 familias de la región.
Señaló también que los cambios climáticos están afectando en gran manera al norte de La Paz y sobre todo al municipio de Luribay.
“Desde hace dos meses atrás las lluvias y granizadas han dejado al descubierto las limitaciones de las familias de productores, situación que echó por tierra el presupuesto destinado para un año de trabajo”, expresó.
El municipio del Luribay se caracteriza en la región por la producción de verduras y frutas, ya que es una de las principales labores a las que se dedica la población, “que ahora está sufriendo los efectos irreversibles de los cambios climáticos”, dijo Vásquez.
Recordó que en la pasada gestión, en enero de 2015, al menos 850 familias de tres municipios de La Paz fueron afectadas por las granizadas y lluvias, que se presentaron en el departamento.
Dijo que en Guanay, por el rebalse de agua del río, se tuvo que llevar equipos y bombas de agua, para contrarrestar las inundaciones, gracias a estas acciones se pudo rehabilitar viviendas y recuperar importantes áreas de cultivo.
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