Los resultados de la Cumbre Agropecuaria se pueden resumir en seis pilares: Mayor inversión; expansión de la frontera agrícola; mejora de la productividad; seguridad alimentaria nacional; industrialización y aumento de las exportaciones de los productos agropecuarios.
De esa manera el vicepresidente Álvaro García Linera sintetizó ayer el encuentro nacional que se realizó por dos días en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, evento al que se dieron cita empresarios, productores y autoridades del Gobierno para determinar políticas que permitan aumentar la producción alimentaria del Estado.
Previo a esta puntualización, el Vicepresidente explicó que en el ámbito agropecuario el país vivió dos etapas importantes. La primera consiste en la denominada justicia social, en la que se realizó una justa distribución de las tierras y se consolidó la estabilidad económica del Estado donde las exportaciones de productos aumentaron, de 2,7 millones de dólares a 12 mil millones de dólares y al menos dos millones de personas pasaron de la extrema pobreza a la clase media.
Ahora, la segunda etapa -que está en sus inicios- consiste en el tiempo del crecimiento económico y la riqueza plural donde se tiene como meta principal lograr que el Estado genere, sólo con la actividad agropecuaria, unos 10 mil millones de dólares hasta el 2020, desafío propuesto el martes por el presidente Evo Morales, quien inauguró la mencionada cumbre.
Pilares de la producción
Los seis pilares que dejó el encuentro según el Vicepresidente son: Mayores recursos del Gobierno para incentivar la actividad agropecuaria. Además deben sumarse los municipios y las gobernaciones departamentales para aumentar la capacidad de producción de alimentos de sus regiones. Otro sector que debe invertir en la agricultura son los empresarios privados. “Es una buena inversión, los alimentos van a seguir siendo una necesidad mundial. La gente crece más rápido que la producción de alimentos, vamos a seguir necesitando alimentos en Bolivia y el mundo”, manifestó García.
El segundo pilar es expandir la frontera agrícola. En este punto García Linera discrepó con el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, quien propuso en cinco años aumentar 1,8 millones de hectáreas de producción. “No acepto bajar la meta para mantener este ritmo de crecimiento”, dijo al indicar que el Gobierno colaborará para que mínimamente se amplíe la producción en medio millón de hectáreas cada año.
En tercer lugar está la mejora de la productividad, que se resume principalmente en la dotación de la tecnología de producción. Este punto puede lograrse mejorando semillas, potenciado los sistemas de riego, usando biotecnología y otros elementos que permitan potenciar el rendimiento de producción aumentando la cantidad de toneladas de alimentos por hectárea. Para ello es necesario la inversión del sector privado y colaborar más con el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf).
El cuarto pilar es consolidar la seguridad alimentaria, es decir, garantizar alimentos para los bolivianos. Si bien García Linera admitió que no es posible producir todos los alimentos para el consumo de los bolivianos es fundamental y decisivo producir lo básico para el consumo interno y una vez superada esta meta dedicarse a la exportación de los productos.
En quinto lugar está el darle el valor agregado a los productos, es decir, industrializar.
Esta actividad debe expandirse no solo con alimentos de exportación como la soya, sino también con el trigo, maíz, verduras y frutas. Finalmente está el último pilar que consiste en aumentar la cantidad de exportación de los productos y ampliar los mercados internacionales.
Resaltó el trabajo realizado por las mesas por todos los participantes y recordó que “cuando logramos ponernos de acuerdo tomando en cuenta la necesidad del otro y dejamos de ver el mundo no sólo desde nuestro ombligo, sino vemos las necesidades de otras comunidades, personas y sectores, crecemos, nos fortalecemos”.
Resoluciones por la Madre Tierra y el incentivo al riego nacional
El Vicepresidente resaltó dos resoluciones que se dieron como resultado del encuentro nacional. La primera fue declarar el siguiente período de años (2015-2020) como la década del riego.
Esta sugerencia nace a partir del pedido del presidente Evo Morales y de los esfuerzos del Gobierno para implementar sistemas de riego mediante programas como Mi Riego y Mi Agua y así potenciar la producción agropecuaria boliviana.
Esto permitirá, aseguró García Linera, multiplicar al menos por tres la capacidad de producción alimentaria en los siguientes años.
La segunda declaratoria se reconoció el Día Internacional de la Madre Tierra. La ejecutiva de la Confederación de Mujeres Campesina Bartolina Sisa, Juanita Ancieta, explicó que en este día internacional se le rinde homenaje a la tierra comprendiendo que es “nuestro hogar” por lo que tiene que ser cuidado a partir de la expresión de distintas culturas en el mundo, como es el caso de la Andina, que considera a la tierra como madre a través de la acepción quechua ‘Pachamama’.
Debate concluye con propuestas en favor del desarrollo del país
El trabajo de los distintos sectores relacionados a la producción agropecuaria boliviana se vio reflejado en distintas resoluciones que fueron consensuadas en cinco mesas de trabajo.
En la primera mesa denominada ‘Tierra y Estructura Agraria’ se acordó la ampliación de la superficie objeto de desmonte de 5 a 20 hectáreas para pequeños productores, comunidades y asentamientos humanos; ampliación del Plazo de la verificación de la FES de dos (2) hasta cinco (5) años, en las propiedades medianas y empresariales; conformar comisión técnica para la discusión y análisis de la situación de las Reservas Forestales del Chore y Guarayos; Reconocimiento de la avicultura, porcinocultura y piscicultura como actividades principales sujetas al cumplimiento de la función Social o función económico social según corresponda.
Entre los acuerdos de la segunda mesa ‘Producción y productividad’ resaltan aumentar los volúmenes de producción de ganado bovino para generar excedentes nacionales de exportación de carne a 120 mil toneladas métricas; aumento de la producción agropecuaria y de productos como el maíz, cacao, arroz, castaña, hortalizas y cítricos entre otros; fortalecimiento de complejos frutales; Promover acuerdos de préstamos con bajos intereses; créditos para maquinarias para territorios indígenas comunitarios campesinos y; la posibilidad de implementar un seguro agropecuario de carácter universal y que abarque todos los sectores, entre otras propuestas.
En la mesa 3 de ‘Diversificación e Industrialización’ está el análisis de nuevos complejos productivos; la industrialización del huevo y carnes; fortalecer los procesos de embutidos de aves y cerdos; promover e incentivar la llegada de productos nacionales para el abastecimiento de las regiones fronterizas y; establecer mecanismos para socializar la normativa existente en el marco del acceso al financiamiento, desde los diferentes sectores productivos y sus organizaciones.
Los participantes de la mesa 4 de ‘Mercados, precios y exportaciones’ acordaron fortalecer la lucha y el control del contrabando que afecta la producción nacional; generar una estrategia conjunta público–privada destinada a promover y estimular el consumo de productos nacionales; garantizar el abastecimiento del mercado interno a precio justo, entre otros puntos.
En la última mesa, infraestructura y riego, se resaltó la importancia de temas como la implementación de sistemas de riego, acceso a tecnologías, implementación de sistemas de cosecha de agua; inventario de cantidad y calidad de agua a nivel nacional, manejo y protección de cuencas además de construcción de carreteras en toda la red vial fundamental.
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