Ya no quieren intermediarios que les compren a cualquier precio sus duraznos. Esa es una de las premisas de los productores de durazno de Chinimayu, localidad de San Lucas, en el departamento de Chuquisaca, que durante este fin de semana vendieron su producción en la plaza Humboldt de La Paz.
"Del productor al consumidor queremos vender, porque los ‘rescatistas’ nos compran al precio que quieren cuando van a nuestra comunidad. Queremos vender a las personas y establecer convenios con los mayoristas para vender a un precio justo, ya no queremos intermediarios”, detalló el responsable de la comercialización, Francisco Machuca.
Fueron 15 productores de Chilimayu los que llegaron a La Paz con 350 cajas que llevaban tres tipos de duraznos: ulicante blanco, ulicante amarillo y Gumusio Reyes. En las primeras horas de la tarde de este domingo quedaban las últimas cajas de este fruto gustoso. El precio de la cuartilla osciló, según el tamaño y la variedad, entre 30 y 40 bolivianos.
"No pensábamos terminar nuestra fruta, pero lo hemos logrado. Podemos decir que nos ha ido muy bien. Estamos muy agradecidos porque en Semana Santa estuvimos también en La Paz y nos ha ido muy bien”, añadió Machuca.
Alrededor de los productores de Chinimayu se asentaron vendedores de fruta de La Paz que ofrecieron chirimoya, plátano, y manzanas, entre otros.
Justamente por la respuesta positiva que ha tenido en La Paz y otras ciudades, es que los productores de Chinimayu ya no quieren depender de intermediarios que compran a bajo costo sus duraznos.
Las fruticultoras que llegaron de Chinimayu se dedicaron de lleno a convencer y hacer probar a los paceños las variedades de durazno que cultivan. Entre varias contaron que con el dinero que obtienen compran productos que son necesarios para las familias de su comunidad.
"Nosotros vivimos del durazno, nos vestimos y comemos del durazno. Mandamos a nuestros hijos al colegio gracias a eso”, dijo una de ellas.
Están organizados
Algunos de los fruticultores de la localidad no pertenecen a ninguna organización, pero otros organizaron la Asociación de Productores de Durazno Chinimayu (Asoproduch).
"Son muy gustosos y frescos. Siempre que nos enteramos que llegan, los buscamos, porque en los mercados el precio cada vez es más alto”, comentó a Página Siete Virginia Burgos.
Este año, la producción de durazno llegó a 16.000 toneladas en el municipio de San Lucas.
Machuca comentó que alrededor de 2.000 familias de más de 50 comunidades se dedican a esta actividad productiva en esa zona del país.
Asimismo, los productores anunciaron que es muy posible que regresen a La Paz el próximo fin de semana. La variedad que incluirán en su siguiente viaje será la que sirve para hacer mocochinchi; "teníamos miedo que se echen a perder”, dijo Machuca.
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