Los campesinos e indígenas producen en el 89% de la tierra y sólo el 11% está en manos de las medianas y grandes empresas, según una publicación de la Fundación Tierra que se conoció antes de la Cumbre Agropecuaria "Sembrando Bolivia”, que se realizó entre el 21 y 22 de abril en Santa Cruz.
En el Censo Agropecuario 2013, se registró a 872.641 Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) en el país, que representan más de 2,7 millones de hectáreas, de las cuales 774.250 UPA (89%) están en manos de los campesinos e indígenas y el resto, 98.391 UPA (11%), es de los grandes empresarios.
El estudio señala que el sector campesino indígena estuvo ausente de la etapa preparatoria de la cumbre agropecuaria pese a su importancia, ya que ocupa casi todas las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) del país, mientras que el sector empresarial trabaja sólo el 11% de la tierra disponible para la producción.
"La invisibilidad de este sector también implica desconocimiento estatal y exclusión de la cumbre productiva de casi todas las UPA del país”, señala el informe de Tierra titulado Apuntes críticos para la agenda agropecuaria.
La importancia numérica de la agricultura campesina contrasta notablemente con su baja producción en términos de superficie cultivada, que en el altiplano y los valles representa el 38% y ocupan el 83,5% de la UPA.
En cambio, en Santa Cruz la superficie cultivada es del 62% y la mayor parte está bajo el control del 16,4% de las UPA.
En ese departamento, el área de cultivo alcanza a 1,9 millones de hectáreas. Corresponden a la soya 1,2 millones de hectáreas, al girasol 100 mil hectáreas, al trigo 120 mil hectáreas, al maíz 220 mil hectáreas y al sorgo 250 mil hectáreas, de acuerdo con la Cámara Agropecuaria del Oriente.
Para la fundación Tierra es importante la participación de los campesinos e indígenas, debido a que el 45% de la población de Bolivia es pobre, según datos del Censo de Población y Vivienda 2012.
El 32,1% de las personas que vive en las áreas urbanas es pobre y en el área rural esta proporción alcanza al 71,5% que representa más de 2,3 millones de personas que viven sin satisfacer sus necesidades básicas, señala.
]Con respecto al uso de las semillas modificadas genéticamente, los empresarios privados exigen al Gobierno que les autorice utilizar los transgénicos para aumentar la producción y llegar a la meta de incorporar 10 millones de hectáreas hasta 2025.
Tierra considera que el uso de este tipo de semillas en países como Argentina, Brasil y Perú, permitió elevar los rendimientos de algunos cultivos como la papa. En Bolivia, se emplea en la soya, sin embargo no logro mejorar la productividad como se esperaba con la Soya RR.
Los agroquímicos
Importación Según datos del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, la importación de plaguicidas creció de 10,4 millones de toneladas en 2004 a 31,6 toneladas en 2010. En 2013 se importó agroquímicos por un valor de 400 millones de dólares.
Soya El único cultivo transgénico autorizado para su uso, producción y comercialización es la Soya RR resistente al herbicida glifosato. La propietaria de la patente es la transnacional Monsanto.
Agrícolas El aporte al PIB de los productos agrícolas no industriales ha sido casi nulo, alrededor del 2% anual, siendo su punto más alto en 1997 con el 2,9%, de acuerdo a la fundación Tierra.
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