l gobierno, durante la Cumbre Agropecuaria Sembrando Bolivia, comenzó a cerrar las puertas a la propuesta de libre exportación planteada por el sector productivo, toda vez que continúa priorizando el comercio de productos bajo cupos, anteponiendo la política de abastecimiento del mercado interno, para luego comercializar los excedentes al mercado exterior. Existen además discrepancias entre la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y Pacto por la Unidad del occidente, por temas como la ampliación de la Función Económica Social (FES) de la tierra y uso de la biotecnología (transgénicos).
Asegura que exportación continuará bajo cupos. Verónica Ramos, ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, puntualizó que la política de comercio exterior para productos agrícolas continuará bajo el lineamiento de cupos, una vez satisfecho el mercado interno, descartando de esta manera brindar la exportación plena de excedentes tal como piden los agropecuarios y agroindustriales.
"De acuerdo a la norma nosotros viabilizamos las exportaciones una vez se satisface el consumo interno, nosotros continuaremos abriendo las exportaciones por medio de cupos, esa política de comercio se mantendrá. Si no se garantiza el consumo interno y se da libre exportación, al final tendremos que importar alimentos faltantes, por cuanto
la lógica del gobierno es garantizar la alimentación para los bolivianos", enfatizó Ramos.
Incertidumbre en el empresariado. Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), manifestó que para su sector la cumbre se inició con incertidumbre y preocupación en la temática de libre exportación, toda vez que a su parecer los ministerios, exceptuando la de Desarrollo Rural, han tomado decisiones ortodoxas.
"Lo lógico es que el Gobierno durante estos debates conceda la libre exportación al sector productor y lo ilógico es la restricción, contexto que estamos viviendo actualmente", dijo Rojo al momento de señalar que el modelo que viene manejando el Gobierno hizo perder muchas oportunidades al rubro, que ahora debe afrontar la caída en los precios internacionales de materias primas.
FES y transgénicos, temas de confrontación. Durante las exposiciones de propuestas los temas de ampliación de la FES de 2 a 10 años y la liberación de transgénicos creó fricción entre la CAO y Pacto de Unidad del occidente representado por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), quienes se oponen a los dos pedidos realizados por los productores orientales, aduciendo que se debe revertir las tierras que no estén bajo producción para evitar latifundios (explotación agraria).
"El primero de nuestros pedidos al Gobierno es la seguridad jurídica y no a la mercantilización de la tierra eliminando el latifundio, además de hacer cumplir con rigor la FES y no permitir la ampliación de esta, más al contrario, las tierras no trabajadas deben ser revertidas en favor del Estado y distribuidas entre el sector campesino", dijo Rodolfo Machaca, representante de los campesinos del occidente.
Machaca también apuntó que no debe permitirse el uso de transgénicos y solicitó reactivar el Comité de Seguridad.
En este marco, la ministra de Desarrollo Productivo también acotó que el uso de biotecnología puede destruir cultivos de alimentos convencionales, al referirse al maíz, cuya semilla es híbrida.
"Los resultados que tenemos con transgénicos en la soya no han sido impactantes, toda vez que desde que lo utilizamos no hemos duplicado o triplicado la producción, solo hemos notado un pequeño incremento", añadió Ramos al explicar que mercado internacional demanda productos orgánicos y no convencionales.
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