domingo, 12 de abril de 2015
Banana y ajo, consignados en el estudio, pasan por un riguroso sistema de control
Las ventas al exterior de frutas y hortalizas fueron en ascenso en los últimos cinco años. Entre 2010 y 2014, el valor de las exportaciones creció en 55%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) elaborados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Así, el valor de las exportaciones de frutas y hortalizas en el periodo citado pasó de $us 157 millones a 244 millones.
A excepción del banano y el ajo, la mayoría de los alimentos que se envía al exterior —principalmente frutos secos, granos y leguminosas— no están consignados en el estudio “Enfermedades de hortalizas y frutales de valle y tropicales en Bolivia”. La banana fresca —que está dentro la lista de los frutos que desarrollan enfermedades— es el segundo producto más comercializado en 2014 con un valor de $us 34 millones. Sin embargo, para su exportación, la fruta pasa por un control riguroso de calidad, según explican los productores de este alimento. De hecho, ningún comestible puede ser comercializado al exterior sin pasar antes por controles del Servicio Nacional de Seguridad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
Por su lado, las importaciones de ambos productos pasaron de $us 13 millones a 21 millones en el mismo período (+61%), siendo las manzanas, peras, papas y uvas los alimentos que más compró el país. “Bolivia mantiene un saldo comercial positivo en frutas y hortalizas”, destaca el informe del IBCE. Para reducir la importación de frutas hay que dar incentivos a los agricultores a fin de que mejoren la productividad y se logre “la autosuficiencia alimentaria a una escala en que se generen saldos exportables”.
Comercio de los alimentos
Los principales mercados a los que Bolivia exportó frutas y hortalizas el año pasado fueron Reino Unido, Alemania y Países Bajos, Estados Unidos, Argentina y Brasil. En total se exportó a 51 países por un valor de $us 244 millones, según el IBCE.
Productores deben ser capacitados
Las enfermedades (en las frutas y hortalizas) que pueden afectar a los niveles de producción de alimentos tienen su incidencia en el comercio exterior, reduciendo el volumen y valor de las exportaciones de alimentos producidos en el país.
De comprobarse alguna enfermedad que dañe directamente la inocuidad alimentaria de los posibles consumidores, el producto no podría ser exportado, ya que el Senasag no lo certificará, lo cual es requisito para la exportación de alimentos. Una de estas medidas podría reducir los niveles de exportación, dependiendo de la magnitud en que los productos puedan ser afectados (por las plagas).
La prevención es importante. Para ello, los productores deben recibir de manera continua capacitación en cuanto a la prevención de plagas o enfermedades que afecten a los cultivos. Cada exportador debe cumplir con los requisitos específicos que el país destinatario exige para la importación de alimentos; informarse de ello es una buena manera para prevenir errores. Se debe resaltar que Bolivia (actualmente) mantiene un saldo comercial positivo en los sectores de frutas y hortalizas.
Gary Rodríguez
es gerente general del IBCE.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario