domingo, 26 de abril de 2015
PMA ve con buenos ojos uso de biotecnología en Bolivia
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ve con buenos ojos el uso de biotecnología en la producción de alimentos en el territorio nacional, problemática que centró las intervenciones en la Cumbre Agropecuaria Sembrando Bolivia, desarrollada en Santa Cruz a convocatoria del Gobierno.
¿Sería beneficioso el uso de biotecnología para la producción agrícola en cultivos bolivianos? fue la pregunta que El Financiero le planteó a Miguel Barreto, director regional para América Latina y El Caribe del PMA. “Por supuesto que lo es”, fue la respuesta.
“La biotecnología ayuda mucho a mejorar la productividad de determinadas semillas para generar la producción de un mejor grano, volverlo más resistente a cualquier tipo de plagas o eventualmente (producirlo) en mayor cantidad”, precisó el ejecutivo.
No obstante, destacó tres ejes a tomar en cuenta en paralelo a la producción de alimentos con biotecnología: “generar una estructura para que la producción llegue al mercado”, “respetar precios justos para el productor local” y “promover programas sociales que fomenten la nutrición”.
Santa Cruz de la Sierra fue sede, entre el 21 y 22, de la cumbre Sembrando Bolivia, encuentro convocado por el Ejecutivo para hacer de la producción agropecuaria un cuarto pilar para la generación de recursos (además de los hidrocarburos, la minería y la energía), ampliar la frontera agrícola y garantizar la seguridad alimentaria. Al evento asistieron representantes de los productores de occidente, a través de sus organizaciones sociales, y de los empresarios de oriente, a través de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).
Uno de los principales puntos de debate planteado por el sector privado fue el uso de transgénicos para producir maíz, algodón y caña de azúcar, además de otras variedades de soya, hasta ahora el único alimento que se obtiene con esta técnica.
En ese marco, el presidente Evo Morales abrió la posibilidad del uso de semillas modificadas para generar ventajas competitivas en la producción de alimentos. “Si vamos a implementar el uso de las semillas transgénicas en la producción de alimentos, entonces tenemos que empezar a definir en qué productos se aplicarán y el tiempo que se utilizarán”, subrayó.
El jueves la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, afirmó que la decisión ahora está en manos de los propios empresarios. Aunque la dirigencia de las organizaciones campesinas ha reiterado su rechazo a los sistemas de producción no naturales. Por biotecnología se entiende a la tecnología que usa organismos vivos para crear o modificar un producto dando como resultado organismos genéticamente modificados o transgénicos.
El sitio web del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) refiere que la biotecnología mejora la productividad, baja costos y permite ganar en competitividad y hacer frente al cambio climático. “Espacio hay para todo: para lo orgánico, convencional y comunitario, así como para producir a escala comercial con uso de la biotecnología. Dos realidades productivas distintas occidente-oriente pueden y deben coexistir, sin perjudicarse”.
Según el IBCE, Santa Cruz es la región productora de alimentos por excelencia: posee cerca del 68% de la superficie total utilizada con ese fin en el territorio. Genera el 76% del volumen de la producción agropecuaria, 70% de los alimentos que consume Bolivia, y 74% del valor de las agroexportaciones.
Actividad agrícola
Cobertura
Bolivia tiene 109 millones de hectáreas, de las que 104 millones están en el área rural, estimándose en 30 millones las hectáreas para actividad agropecuaria. Santa Cruz, con poco más de 2 millones de área cultivada, tiene el mayor potencial.
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