jueves, 4 de diciembre de 2014

Cochinilla Cómo ganarle la batalla todo el año



Pseudaulacaspis pentagona o cochinilla blanca es un artrópodo capaz de invadir y matar todo un cultivo de durazno. Es la plaga más común que podemos encontrar en los cultivos de pepita o carozo como el durazno, pera, manzana, ciruelo y plantas ornamentales. Es fácil de encontrar y por lo general siempre está junto al pulgón. Estos chupadores de plantas se pegan a los tallos con mucha fuerza y son difíciles de eliminar. Pueden afectar a casi todo tipo de plantas y árboles y se llaman chupadores porque absorben la savia de las plantas con su trompa. Hay muchas especies de cochinillas y todas ellas cuentan con un escudo protector de diferentes colores. La más conocida es la cochinilla blanca, con escudo de color blanco y que suelta algodón para su protección. Las plantas que poseen estos insectos sufren una caída de las hojas y presentan un color amarillento y un daño estético considerable. Debido a la pérdida de savia, la planta sufre un debilitamiento en general. También desarrollan la negrilla, que es un tipo de hongo que dificulta las funciones habituales de la planta. Si la plaga está muy extendida en la planta y no se toman precauciones puede llegar a morir. Esta plaga también ataca en países ubicados al norte, centro de Sudamérica, Europa, Asia, África, Australia y Nueva Zelanda.

Ciclo de vida: El ciclo de vida de la cochinilla blanca es bastante rápido, el insecto inverna al estado de hembra no fecundada, iniciándose la postura en primavera. A los 3-5 días de puestos los huevos nacen las larvas, que son de forma oval alargada y chata y de color rosado a rojo. En pocos días, luego de dos mudas la hembra llega al estado adulto. La hembra está recubierta por un escudo circular de 2 a 2,2 mm de diámetro, de color blanco sucio, con dos exuvia subcentrales anaranjadas. El cuerpo es globoso y de color amarillo vivo o anaranjado. El cuerpo del macho es más pequeño que el de la hembra, alargado y de color blanco nieve y también necesita pocos días para llegar a adulto. Una hembra puede llegar a poner entre 200 y 250 huevos y su ciclo biológico es de 5 a 6 días con la capacidad de engendrar hasta cuatro generaciones por mes en condiciones favorables (30ºC).

Cómo identificar una planta infestada: Es muy fácil ya que las plantas ya no florecen y empiezan a tomar tonos amarillentos y a secarse. Si se mira más de cerca los tallos se verá a las cochinillas pegadas a ellos formando como una especie capa que cubre cada uno de los tallos. Cuando la plaga es severa pueden llegar a secar las ramas. Causan protuberancias o decoloraciones circulares, ovalados o alargadas en la corteza, hojas y frutos. Excretan un líquido residual azucarado que ensucia la planta, dejando las hojas pegajosas y brillantes.

Control fitosanitario: Ante el ataque de este huésped desagradable, el ingeniero Juan José Lagrava, encargado de la Dirección de Sanidad Agroalimentaria de la Gobernación, recomienda tres campañas de fumigación. Primera aplicación: Luego de la caída de hojas se aplica un insecticida organofosforado como el clorpirifós más buprofezin aplicándolo junto a un aceite parafínico y un coadyuvante. Segunda aplicación: A los seis días de la primera fumigación se aplica una alfa cipermetrina, acompañada de un fluazuron más aceite parafínico y un coadyuvante. Tercera aplicación: Después de la floración, cuando los frutos están por cuajar, se debe aplicar dimetoato junto a un aceite parafínico y un coadyuvante.

Además de las fumigaciones la cochinilla se puede evitar con el pintado de los tallos que presenten pequeños brotes, el pintado se lo realiza con los insecticidas mencionados. Otra manera de evitar los ataques intensos de esta plaga es cepillando y quitando directamente la cochinilla situada en los troncos, marcar la zona efectada en la planta y volver a realizar la misma operación seis días después. A pesar de que su presencia se da en los meses cálidos y se observa un elevado porcentaje de parasitismo en casi todos los montes, es habitual que en el periodo invernal se realicen tratamientos para su control.

La cochinilla en Santa Cruz: En el departamento cruceño la zona de los valles es el lugar donde más se producen cultivos de pepita o carozo como ser durazno, pera, manzana y ciruelo y por tanto es la zona donde hay mayor ataque de cochinilla blanca.

En el municipio de Vallegrande la cochinilla es una plaga que ataca con más fuerza desde el año 2011 pero gracias a las campañas de fumigación, ayuda técnica y concienciar a los productores esta plaga no se ha podido eliminar, pero sí controlar. Las autoridades agroalimentarias vienen trabajando junto a los productores para combatir esta plaga que cada año se incrementa más debido a los cambios climatológicos; es por ello que productores, autoridades locales y gobernación unieron fuerzas y gracias a la inversión de Bs 350.000 se han logrado beneficiar a 150 productores con la dotación de equipos, insumos y asesoramiento técnico.

"Han habido ataques hasta de un 90% de cochinilla a una sola parcela, pero luego de un control minucioso y metódico esta parcela se pudo controlar y estuvo apta para producir", informó Lagrava. Con frecuencia, una plaga pasa de una campaña a otra entre los residuos de la cosecha anterior o en el suelo; sea en formas invernantes especiales o simplemente en forma pupales no invernales por ello hay que monitorear constantemente antes y después de cada cultivo.

"Recomendamos a los productores un monitoreo constante de sus cultivos y al primer brote de cochinilla aplicar los insecticidas mediante brochas, así la cura será directa y en la zona específica, evitando el contagio"

Ing. Juan José Lagrava
Coordinador de la DSA.

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