Tras un estudio de seis años, la estatal Iniaf obtuvo dos variedades de alto rendimiento, que permitirán abastecer el 80% de la demanda interna, cuando en la actualidad sólo se cubre el 60%.
Bolivia, mediante el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), liberará hasta fin de año dos variedades de semilla de trigo harinero valluno de alto rendimiento, que duplican la producción de un germoplasma común utilizado en la actualidad.
La importancia del descubrimiento radica en que en este momento la producción de ese alimento en el país es deficitaria, por lo que al implementarse la nueva semilla se elevará el abastecimiento del mercado interno con trigo nacional de un 60% a un 80%, en un plazo de cinco años.
Así confirmó el director general del Iniaf, Lucio Tito, quien indicó que “generalmente el rendimiento normal de las variedades de trigo es de 1,2 o de 1,5 toneladas por hectárea, (pero) estas (nuevas) variedades tienen un rendimiento superior a las tres toneladas”.
El Director Ejecutivo añadió que “el trigo es un asunto de soberanía alimentaria” porque de él depende la reactivación de las actividades molineras, además de ser el principal insumo para elaborar pan, fideo y otros alimentos.
Los departamentos de La Paz, Chuquisaca, Tarija, Potosí y Santa Cruz cuentan con zonas vallunas que constituyen el 25% del territorio boliviano, donde pueden sembrarse las dos variedades de trigo que pronto lanzará el Iniaf.
En la actualidad, Bolivia produce trigo en una extensión de 191 mil hectáreas distribuidas entre el valle y el oriente. Esto genera el 60% de la harina que demanda el mercado interno, mientras que el 40% restante se lo importa.
En ese marco, el objetivo que se propuso el Gobierno a través del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras es llegar a cubrir el 80% del requerimiento interno en un plazo de cinco años, destacó Tito.
Para lograr ese objetivo, el Gobierno administra 53 millones de dólares provenientes de créditos del Banco Mundial (BM) y de la agencia Danida, recursos destinados a ocho sectores estratégicos, entre los que se halla el cultivo de trigo, según el Iniaf.
El consumo anual per cápita (por persona) de harina en Bolivia es de 47 kilos, cifra que se calcula sobre la base de un promedio de 11 millones de habitantes.
Investigación
El resultado de las dos variedades de trigo que lanzará el Iniaf es fruto de más de seis años de trabajo de investigación, explicó el Director Ejecutivo del ente estatal.
Ahora, el Iniaf ingresó en una etapa de coordinación con la empresa de semillas para multiplicar la producción de las dos variedades que se obtuvieron y se pongan a disposición de los productores.
También anunció que se establecerán laboratorios de calidad de harina, con lo cual se podrá corroborar que el producto tiene mayores y mejores propiedades nutritivas que el que se importa.
En la misma línea, las universidades apuntan su atención a este asunto y realizan sus investigaciones dentro de las facultades de Agronomía.
DATOS
• El Iniaf busca incrementar los niveles de productividad agrícola a través de la implementación de nuevas variedades de semilla de alto rendimiento.
• Los investigadores del ente estatal realizan experimentos para liberar variedades resistentes a las plagas, enfermedades y fenómenos climáticos adversos.
• Esas labores garantizan el abastecimiento del mercado interno y benefician, en última instancia, a la población nacional.
• Las facultades de Agronomía de las universidades también trabajan en estudios referidos a la producción y mejora de la semilla de trigo nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario