El Banco de Desarrollo Productivo (BDP), estatal de segundo y primer piso, hizo conocer la buena noticia de que en su portafolio de recursos para financiamiento del sector agrícola y pecuario boliviano tiene Bs 3.500 millones. De ese total ya ha colocado, a través de entidades de intermediación financiera, Bs 2.900 millones.
También adelantó que ya trabaja para conseguir su próximo objetivo para robustecer sus recursos. Hasta diciembre espera obtener otros Bs 200 millones (vía emisión de bonos y financiamiento de organismos multilaterales).
Los principales sectores que hasta el momento han habilitado su línea de financiamiento son el avícola, cañero, vitivinícola, quinua, granos y para infraestructura productiva.
Desde 2007, son unos 60.000 hombres vinculados a la producción de alimentos que han recibido dinero para potenciar su producción y que han demostrado ser buenos pagadores.
Otro aspecto que juega a favor del agro es que en cumplimiento a la Ley de Servicios Financieros, desde septiembre el BDP comenzará a operar, vía decreto reglamentario, como un banco de primer piso. Eso significa que además de apoyarse en las entidades financieras, podrá otorgar créditos directos a los productores individuales o sectoriales.
Lo que sí hay que ver de ajustar es que los proyectos no se queden en meras intenciones e ilusiones frustradas por la espiral de mecanismos que hacen empinado el camino de los agricultores y ganaderos del país para conseguir acceder a los recursos estatales.
Como nuevo jugador en el mercado financiero, el Banco de Desarrollo estatal debe buscar la eficiencia
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