Los efectos del cambio climático generan pérdidas de cultivos, en muchos casos, alteran el calendario agrícola y repercuten en un bajo rendimiento en la producción nacional de alimentos.
Las sequías, heladas, inundaciones, plagas, desastres naturales y la producción de gases tóxicos, son los efectos del calentamiento global que cambia la vida de la población.
El director general de Producción Agropecuaria y Soberanía Alimentaria, Lucio Tito, informó a Cambio que los fenómenos climáticos en Bolivia dejaron pérdidas económicas de $us 1.000 millones en el período 2004 hasta 2014.
En promedio, cada año se perdieron productos por un valor cercano a $us 100 millones. Frente a este panorama, el Gobierno tomó sus previsiones y destinó recursos económicos para la ejecución de proyectos que ayuden a mitigar los efectos de las riadas, lluvias, heladas y otros.
En ese contexto, se publicó el Atlas de Riesgo Agropecuario y Cambio Climático para la Soberanía Alimentaria, un estudio que será aplicado en los municipios productores para la implementación de semillas y otras innovaciones tecnológicas y de este modo paliar los embates de la naturaleza.
“El Banco Mundial está asignando para la gestión de riesgos a nivel nacional 200 millones de dólares que se van a emplear con fines de preparación y tenemos en puerta otros recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en total tenemos 250 millones de dólares disponibles”, remarcó.
Esos recursos se invertirán en sistemas de alerta temprana para atender los desastres y planificar la producción agrícola en las comunidades rurales.
El rol que jugarán los gobiernos municipales y departamentales será atender de manera oportuna a los damnificados por el cambio climático y, en caso de no contar con recursos, podrán reasignar más dinero de su presupuesto.
De igual forma, los gobiernos departamentales y el nacional intervendrán cuando las capacidades de los municipios afectados sean rebasadas.
Tito señaló que se realizarán evaluaciones constantes en las zonas productoras.
Monitorean 19 zonas agroproductivas
El Atlas del Cambio Climático evalúa de manera constante 19 zonas con potencial agroproductivo para garantizar la producción de alimentos.
“Las 19 zonas rompen la división política administrativa de los municipios y departamentos porque la delimitación de estas áreas son por rasgos naturales por su vocación productiva”, dijo Tito.
Explicó que en el Lago Titicaca hay 30 municipios y se prevé que la oferta de agua vaya disminuyendo, producto de los fenómenos climáticos. Contrariamente, en la región del salar de Uyuni se espera una mayor presencia de lluvias, es decir, se cambiará la vocación productiva.
De igual forma, dijo que también se observa la evolución de la temperatura para tomar acciones oportunas.
“Estamos analizando cómo estamos ahora y cómo será el comportamiento del clima el año 2020”, declaró.
En ese sentido, con la presencia de más lluvias en el altiplano central y sur se prevé que disminuya el frío, por lo que se espera que la temperatura se incremente en 0,5% y se podrá producir productos típicos de los valles.
Las afectaciones en 2014
Como producto de las constantes precipitaciones pluviales registradas en febrero de 2014, se generó grandes pérdidas económicas, donde 190 municipios afectados se declararon en emergencia, 272 mil cabezas de ganado murieron (8% en el Beni) y se afectaron 140.551 hectáreas que representa el 4,02% del total nacional.
Para atender a los damnificados de las inundaciones, se activó el Plan Patujú para reactivar las zonas afectadas con la entrega de semillas y el repoblamiento ganadero.
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