Desde hace más de un mes, el precio del quintal de arroz en los centros de abasto bajó de precio hasta en 100 bolivianos. Los productores aseguran que hay una sobreoferta por el grano que ingresa de contrabando al país.
Los productores aseguran que el mercado nacional estará abastecido debido al éxito de la campaña 2014, pero el grano importado legal e ilegalmente de Argentina, Brasil y Paraguay (que devaluaron sus monedas) genera una competencia desleal y la caída brusca, de hasta en 100 bolivianos del quintal.
En la calle Antonio Gallardo, principal zona de venta de abarrotes, los gremialistas aseguraron a Página Siete que el precio bajó desde hace más de un mes.
El quintal del arroz de primera calidad o de la marca Grano de Oro estaba en 380 bolivianos, pero ahora se comercializa entre 280 y 300 bolivianos; el de segunda calidad antes se ofrecía en 350 bolivianos, ahora está en 250 y 260 bolivianos y, finalmente, el de tercera calidad o más económico que costaba 320 bolivianos rebajó a 190 y 220 bolivianos (ver infografía).
Por cuartilla hay ofertas de 12 a 20 bolivianos, por arroba de 50 a 75 bolivianos y el kilo está entre cuatro y cinco bolivianos. Los comerciantes indicaron que el arroz que compran y venden es nacional.
Sin embargo, el exsecretario de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (FENCA), David Pérez, denunció que los distribuidores mayoristas adquieren grandes cantidades de arroz de contrabando de 45 kilos a precio económico, y lo envasan en bolsas de quintal para comercializarlas como si fuesen de producción nacional.
En su criterio, mientras el Gobierno no deje sin efecto el decreto que autoriza el 0% de arancel a la importación, algunos productores abandonarán el cultivo para dedicarse a la soya u otros granos más rentables.
La gerenta administrativa de FENCA, Shirley Abujder, explicó que la campaña 2014 se inició con un precio de 60 a 65 dólares la fanega (250 kilos de arroz chala sin procesar), un valor rentable para cubrir los costos de producción.
Sin embargo, ahora bajó a 40 y 42 dólares y en casos extremos a 20 y 12 dólares, lo cual genera pérdidas para los productores.
"Están trabajando a pérdida. Con 12 y 20 dólares no se recupera lo invertido, sólo se pierde”, lamentó la ejecutiva. FENCA pidió al Gobierno que fije una banda de 65 a 70 dólares por fanega. El productor invierte un promedio de 40 dólares (fanega) y 750 dólares en una hectárea.
Baja la producción de arroz
Según Abujder, en 2014 se cultivaron 146.000 hectáreas y para esta gestión la superficie se redujo a 80.000 hectáreas debido al desincentivo que el contrabando provoca al productor. Además, hay un remanente de 50.000 toneladas en almacenes y esa cifra podría duplicarse.
De acuerdo con Abujder, en 2014 se importaron 72.000 toneladas y hasta abril de 2015 otras 13.000 toneladas de arroz.
En mayo de 2015 el Control Operativo (COA) decomisó 16 toneladas de arroz y harina de contrabando que ingresó por Santa Cruz desde Paraguay.
La Aduana Nacional de Bolivia (ANB) identificó a distribuidores que importan ilegalmente arroz para envasarlo y comercializarlo como si fuese nacional. "Afecta al productor desde 2014. Venimos denunciando al Gobierno pero poco o nada se hace al respecto”, añadió Abujder.
El sector se reunió con ejecutivos de la ANB para pedir que frenen la importación legal de arroz, pero les informaron que "es imposible” porque es una medida gubernamental.
La FENCA calcula que el 80% de los productores del cereal en el país son pequeños, el 15% medianos y el 5% grandes.
Productores con deuda de $us 45 millones
Préstamos La gerenta administrativa de FENCA Shirley Abujder, informó que los productores tienen una deuda con las entidades financieras de aproximadamente 45 millones de dólares, porque no pueden vender su producción.
Quiebra David Pérez, productor y exdirigente de FENCA, anunció la quiebra de algunos productores por el contrabando que derivó en la caída de precios.
Máquinas El sector arrocero es el que tiene menos acceso a la mecanización. Tarda en acceder a los créditos productivos entre cinco a seis meses.
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