Con 10 kilos de lombrices adquiridas de un anterior proyecto agrícola, además de sus conocimientos, inversión y mucha paciencia, Juan Carlos Quiroga y su socio Edwin Maita Saravia iniciaron hace dos años un emprendimiento único en Cochabamba: lograr abono orgánico procesado con lombrices, humus, entre ocho y 10 veces más poderoso que los abonos tradicionales.
Se trata de un proceso que toma al menos seis meses que van desde la adquisición de desechos hasta la maduración final del producto, atravesando al menos 10 fases, entre la fermentación de los desechos, la obtención de la composta, la aplicación de las lombrices, las fases de selección y maduración.
El proceso comienza con la obtención de la basura orgánica domiciliaria, cascarilla de maní (fuentes con carbono), estiércol de ganado vacuno (fuentes con nitrógeno), desechos a los que nadie sabe dar un destino. Pero Biodel optó por convertir esto en compostaje, en un proceso de fermentación aeróbica de al menos dos meses, donde hongos y bacterias descomponen la materia orgánica.
El producto pierde volumen en 60 por ciento, pero duplica su poder fertilizante. Para darle mayor poder aún, el producto es sometido en turriles especiales como alimento para las lombrices. La especie utilizada por Biodel es la Isenia fétida, lombriz roja o californiana (no sirve cualquier ejemplar de jardín). Éstas comerán el abono y hasta siete veces su propio estiércol, convirtiendo el componente orgánico en ácidos húmicos. De estos turriles, además, se logra los lixiviados de humus (abono líquido).
Después, se separan las lombrices mediante proceso de cernido, pero el resultado, el vermicompost, pasará aún dos meses más madurando (con hongos y bacterias benéficas), por lo que todo el proceso puede llevar hasta seis meses. Pero en este tiempo, se logra el humus de lombrices, un fertilizante, entre ocho y 10 veces más poderoso que el compost original, por tres características: biológicamente, es portador de hongos y bacterias benéficas que impulsarán la simbiosis con las raíces de las plantas, lo que permite a éstas mejorar su absorción de nutrientes. Químicamente, contiene los principales nutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, manganeso calcio (en alta cantidad, gracias a las lombrices). Y físicamente, este humus absorbe humedad hasta siete veces su propio peso, por lo que garantizará un aprovechamiento máximo del riego a la planta.
Plantines
• Biodel cuenta también con un subprograma de almácigos y plantines de verduras y frutales, que son producidos en viveros y fertilizados con el humus de las lombrices.
• Esta rama permite también a Biodel, además de comercializar con plantines, tener un espacio para hacer demostraciones técnicas al cliente, pues el emprendimiento brinda también asesoramiento técnico.
• Las plantas producidas son las verduras, chile mexicano, y los frutales manzana, durazno y chirimoya.
• Biodel es una empresa de productos y servicios ambientales, bionegocio, agronegocio, reciclaje y producción de lombrices y humus.
Humus real
• Biodel alerta a no dejarse sorprender cuando les ofrezcan humus en bolsitas a 20 bolivianos y en realidad les vendan compost.
• El humus es inodoro. El compost es producto de la primera fase del proceso que puede llevar hasta seis meses, por lo que el precio del humus también es distinto (70 bolivianos la bolsita de 20 kilos), pero su poder es de ocho a 10 veces mayor.
• Biodel comenzó su trabajo hace dos años, pero recién hace un año formalizó su venta al público, pues primero pasó por pruebas y acopio, que toma su tiempo.
• Para consultas o pedidos, están los teléfonos 4474065, 71245530 y 71403693. En Facebook /biodelpsambientales.
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