miércoles, 25 de mayo de 2011

A los productores de Chuquisaca y de Tarija les fue muy bien con el ganado y el agro

Los agropecuarios del Chaco chuquisaqueño y tarijeño pasan un buen momento porque lo que ellos califican como cadena primaria, integrada por la producción de granos y de ganado bovino, ha sido de grandes beneficios ya que se superó la escasez; sin embargo, toman previsiones para no repetir amargas experiencias.

En los municipios que comprenden las provincias Luis Calvo y Hernando Siles, del departamento de Chuquisaca, pero sobre todo en las zonas chaqueñas de Monteagudo y Muyupampa, la producción de maíz ha sido buena; empero, todavía no hay datos certeros sobre la cantidad de hectáreas sembradas y el rendimiento alcanzado.
Según el ejecutivo de la Cooperativa de Proveedores de Carne de Chuquisaca, Juan Salinas, tanto la producción de maíz como de sorgo y pastura permitió un mejor rendimiento en los bovinos de carne al extremo que ahora se surte el mercado chuquisaqueño con un 70% de ganado criollo.

De acuerdo con la explicación del productor cooperativista, entre los meses de diciembre de 2010 y marzo de 2011, cuando todavía se sentían las secuelas de la sequía, el 60% del ganado era comercializado de Santa Cruz porque la mayor parte de los bovinos del Chaco estaban flacos.

Ahora, agricultores y pecuarios del Chaco chuquisaqueño han realizado una alianza y desde abril pasado acopian granos y pastura para cuando llegue la época seca.
En Villa Montes, tercera sección municipal de la provincia Gran Chaco de Tarija, hay tres zonas donde combinan la producción de granos con la ganadería: la llanura chaqueña, la llanura de transición y el Pico de Monte.

Bautista Ordoñez, gerente general de la Federación de Ganaderos de Villa Montes, se lamentó que este año las lluvias hayan sido estacionarias y que, en algunos casos como las llanuras, apenas alcanzó para igualar la producción del año pasado de maíz y sorgo.
Según Ordoñez, como la mayor parte de la producción del Chaco lo consume el ganado, el alto o bajo rendimiento se ve reflejado tanto en el ganado de carne como en el de leche.

Para no lamentar las pérdidas del año pasado, los ganaderos de Villa Montes, sobre todo de la zona de Pico de Monte, han comenzado a ensilar granos y pastura en gran cantidad para alimentar a sus animales y comercializar de acuerdo con los requerimientos de los ganaderos de otras zonas del Chaco.
Otro flanco por el que los productores del Chaco tarijeño están arremetiendo para prevenir el tiempo de sequía es la ejecución de proyectos productivos con el municipio villamonteño, la Gobernación de Tarija y el Gobierno Nacional. En el caso específico de la producción de maíz, con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras la semana pasada se llevó a cabo en Yacuiba la primera Cumbre del Maíz, en la que se expuso la problemática y se lanzaron desafíos para encarar un proceso de expansión de cultivos en el Chaco de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca.

Problemática del grano amarillo

- Institucionalidad. No hay claridad en los roles y competencias públicas para apoyar la producción de maíz. Falta coordinación para desechar la duplicidad de esfuerzos en los ciclos productivos.

- Propuesta. Es necesario crear el comité de competitividad del complejo maicero, sobre la base de una propuesta de programa de desarrollo productivo que integre a todas las comunidades del Chaco.

- Clima. Las condiciones adversas de sequía, mala distribución de lluvias, heladas y granizadas, además de plagas, abuso de agroquímicos, los chaqueos y la degradación de suelos son constantes.

- Solución. Se deben preservar las fuentes de agua y hacer uso de insecticidas ecológicos, además de aprovechar las experiencias ancestrales para el manejo integrado de las plagas.

- Genética. No se aplican variedades resistentes a la sequía, plagas y enfermedades. Tampoco se utilizan híbridos adaptados al microclima del Chaco y el costo de las semillas transnacionales es alto.

- Adelantos. Urge realizar estudios de variedades precoces y obtener fórmulas resistentes a enfermedades foliares; también se debe trabajar para liberar híbridos adaptados a los ecosistemas del Chaco.

- Mercado. Los pequeños productores tienen bajo poder de negociación y no cuentan con acceso directo al consumidor. Faltan estudios de sondeo de mercados y cumplimiento a las normas de certificación de semillas.

- Poder. Hay que conformar una organizaciòn fuerte de productores capaz de fijar precios. Hay que incentivar el mercado directo y conformar un organismo financiador al momento de cosecha.

Cifras

En porcentaje
20
Es el promedio del consumo humano sobre el total de la producción de maíz en el país.

En porcentaje
13
Es la expansión aproximada de tierras que cubre el Chaco, en relación al total nacional.

En miles de hectáreas
364
Es la expansión de cultivos de maíz en todo el país en la campaña de verano 2010-2011.

Pronóstico del ‘cultivo del siglo’
Un reporte del Centro Integral de Mejoramiento del Maíz y Trigo (México), dado a conocer en la primera Cumbre Regional del Maíz del Chaco Boliviano, realizada en Yacuiba entre el 12 y 14 de mayo, señala que el maíz es el “cultivo del siglo”, por lo que es necesario incrementar la producción en los países latinoamericanos.
De acuerdo con la proyección del investigador mexicano Luis Narro, para el año 2050 se cree que la demanda mundial de maíz superará los 2.000 millones de toneladas anuales, por lo que el grano representa un producto con altas potencialidades para los pequeños agropecuarios.
Según el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf-Chaco), en la primera Cumbre del Maíz participaron más de 400 productores del Chaco boliviano (Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija) y la iniciativa será realizada el próximo año.
Las cifras sobre el maíz que se manejaron en la Cumbre de Yacuiba refieren que en Bolivia se cultiva un promedio de 364.000 hectáreas y que el rendimiento es de 776.000 toneladas, de las cuales alrededor de 200.000 se destina al consumo humano.

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