Realizan levantamiento de datos sobre los efectos de la sequía; el informe final será considerado en próximos días por el Concejo Municipal.
ANF.- Las poblaciones afectadas por las intensas sequías son Betanzos y Villa Yocalla. El alcalde de Betanzos, Esteban Llanos, confirmó la declaración de “estado crítico” a su municipio por parte del Concejo Municipal en días pasados y manifestó que es consecuencia de la pérdida del 80% de la producción agrícola de papa, maíz y haba.
“La producción se quedó a medio germinar, se salvó algo mediante sistemas de riego, pero el trigo y cebada si no llueve en estos días también se perderán, estamos llegando casi al ochenta por ciento de las pérdidas”, dijo el Alcalde.
INFORME FINAL
Explicó que comisiones técnicas del municipio de Betanzos, en la provincia Cornelio Saavedra, realizan levantamiento de datos sobre los efectos de la sequía y el informe final será considerado en próximos días por el Concejo Municipal, y si el caso amerita, podría declarar en situación de desastre natural al municipio.
Según el burgomaestre, la declaratoria de desastre natural, permitirá a Betanzos gestionar recursos para mitigar las pérdidas, porque el Gobierno Municipal no incluyó recursos en la partida de desastres naturales para atender la contingencia.
PÉRDIDAS EN YOCALLA
Otro municipio potosino afectado por las heladas y sequía es Villa de Yocalla, en la provincia Tomás Frías, donde se reportó hasta la fecha, la pérdida de un 30 por ciento de producción de haba, papa y maíz.
El alcalde, René Ricardo Sunagua Araca, manifestó que los técnicos municipales continúan trabajando en la cuantificación de los daños para después remitir al Concejo el informe que permitiría declarar al municipio como zona de desastre.
EFECTOS
En julio pasado, la unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación y la Unidad de Contingencia Rural del Ministerio de Desarrollo Rural, priorizaron la atención del ganado camélido en los once municipios del suroeste potosino afectados por la sequía.
Los efectos de la sequía activaron medidas de prevención destinadas a prevenir las pérdidas de los sembradíos y la ganadería. Entre estas medidas se encontraban la dotación de vitaminas y sales minerales para el ganado camélido, a fin de evitar la mortandad de las llamas.
Los municipios afectados y donde se priorizó la atención, por ser considerados de alto riesgo, fueron Tomave, Uyuni, Porco, Llica, Tahua, Colcha K, San Pedro de Quemez, San Agustín, San Pablo de Lípez, Mojinete y San Antonio de Esmoruco.
Con relación al suministro de agua para el consumo humano y del ganado, se inició la valoración de la situación, toda vez que si bien no hubo precipitaciones, en la región existen manantiales de donde se puede proveer el líquido elemento.
En lo relativo al sector agrícola, hasta del primer semestre de este año, en la región fueron afectados por las sequías y vientos, más de 5.377 hectáreas de cultivos de quinua, además de otros productos básicos para la alimentación de la región.
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