El cultivo de la semilla de amaranto, que desde la época precolombina predominó en Mesoamérica como fuente de alimento, remedios medicinales, y principalmente, para ofrendas a los dioses, es ahora retomado en Ciudad de México.
Más de una decena de pequeños empresarios se encargan del cultivo y procesamiento del amaranto, mientras una cantidad similar se encarga de fabricar, empaquetar y distribuir una gran variedad de productos relacionados con él a todo el país.
La empresa Tehuili -que en náhuatl, el idioma de los aztecas, significa "El Dios"- ubicada en el poblado de Tulyehualco (en las afueras del Distrito Federal), procesa la semilla. Su director, Mateo Mendoza, tiene a su cargo a 22 trabajadores que diariamente producen más de un millar de dulces y otros productos de manera artesanal.
"Los mexicanos por lo menos alguna vez hemos probado las “Alegrías”, cuyo ingrediente principal es el amaranto o “huautli”, una de las semillas más preciadas por nuestros antepasados, quienes las cultivaron desde hace 5.000 años”, explicó Mendoza.
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