Las intensas precipitaciones fluviales en el departamento de Santa Cruz, a mediados de la gestión, afectaron el rendimiento de los cultivos de trigo debido a la excesiva humedad.
“En julio (2015) tuvimos 240 milímetros de precipitación frente a los 120 mm de julio de 2014. El cambio climático es una realidad y está afectando al país, haciendo daño a la productividad”, sostuvo el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Luis Alberto Alpire, en un taller organizado por la Gobernación de Santa Cruz y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). En la reunión, se evidencio que el cambio climático puso en el tapete que el sector productor de alimentos en Bolivia tiene que fortalecer sus procesos de producción, siendo el más importante, el recurso “agua”, tanto en riego como drenaje, se dijo.
El análisis de la situación climática y su consecuencias concentró las discusiones del taller, destacándose la necesidad de alcanzar el manejo integral del agua a fin de mejorar la productividad, rentabilidad y la sostenibilidad de la agricultura en la llanura cruceña. Al mismo, asistieron productores, así como personal de empresas del sector. Orientaron el debate los especialistas Timothy Killeen y Thomas Cochrane, quienes abundaron en torno a los rendimientos agrícolas y la posibilidad de mejora de la productividad con el buen uso del recurso hídrico –riego y drenaje subterráneo– con tecnología de avanzada, en la perspectiva de su sostenibilidad y competitividad futura.
RIEGO Y DRENAJE
Killeen centró su presentación en el manejo integral de agua, mostrando por un lado sistemas agroindustriales de riego para la producción extensiva de productos, en soya, maíz y trigo; asimismo en sistemas avanzados de drenaje subterráneo que pueden mejorar la productividad. Explicó la posibilidad de introducir tecnología adecuada en Bolivia para mejorar el rendimiento en base a riego y drenaje.
MANEJO
“Es importante la concientización de los productores sobre el uso eficiente del agua” dijo por su parte, Ernesto Salas, director ejecutivo del Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT). “Es imperativo encontrar el equilibrio que beneficie al medioambiente y al sector productivo, lo que significa que se debe capacitar a los productores no solo en el ámbito tecnológico, sino también sobre los efectos que está viviendo el país por el mal manejo del agua”, señaló.
En cuestiones de riego, “las tecnologías y buenas prácticas pueden ayudar a manejar el exceso de agua y regularla de forma efectiva y eficaz”, refirió Alpire, “para ayudar a manejar la humedad existente en los suelos y aumentar el rendimiento y productividad”.
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