La mecanización agrícola en Santa Cruz está a la par de países desarrollados, tomando en cuenta que los productores utilizan maquinaria automatizada que puede realizar el trabajo de siembra y cosecha de alimentos sin la necesidad de un operador.
El productor y miembro de los Centros Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA), Richard Paz, remarcó que la tecnología utilizada en Bolivia en sectores agrícolas “no tiene nada que envidiar a la utilizada en Estados Unidos”.
“Se habla de mucha tecnología, pilotos automáticos, tecnología satelital, todo eso lo tenemos aqui”, señaló Paz, quien realiza sus actividades en el municipio Cuatro Cañadas, además de ser parte de la dirigencia de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
Añadió que el uso de moderna maquinaria repercute en un incremento de la producción de alimentos, mejora de la competitividad y cuidado de la tierra como el sistema de rotación que permite el cultivo de varios tipos de productos en un período agrícola.
“Con la tecnología hemos llegado a tener hasta tres cultivos por año (...) las maquinarias que tenemos son abismales, hoy una cosechadora trabaja de 50 a 60 hectáreas por día, hace unos quince años solo se hacía cinco hectáreas”, destacó Paz.
De acuerdo con la explicación del gerente técnico de Anapo, Richard Trujillo, con el uso de nueva tecnología automatizada un productor puede programar la siembra determinando el número de semillas a introducir en cada punto de la tierra y distancia exacta entre uno y otro.
Este tipo de siembra es denominada de precisión y directa porque no existe la necesidad de remover el suelo sino solamente introducir la semilla de soya en el suelo a unos cinco centímetros de profundidad.
Por ejemplo, en la propiedad productiva Los Tajibos, ubicada en las zonas bajas o zona de expansión en el lado este de Santa Cruz, las cosechadoras de última generación pueden llegar a demandar una inversión de alrededor de 400 mil dólares por cada unidad.
En esta línea, el técnico Gerardo Martínez, de la comunidad productiva Puerto Alegre, en el municipio San Julián, indicó que las máquinas utilizadas en esa zona tienen incorporados equipos de control satelital, que permiten monitorear el proceso de siembra de alimentos.
“Si hay un zurco fallado, el monitor de siembra le indica esa falla, le indica la cantidad de grano que está entrando o si el grano de semilla se tranca”, declaró el técnico.
Posterior a la siembra, el trabajo del agricultor continúa con una observación permanente de los granos como la aparición de plagas y otros.
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