Además del eucalipto, otras especies forestales como la qhewiña, el molle y la khiswara están siendo atacadas por el Foracanta semipuntata, una especie de escarabajo conocido como “taladro”. Las larvas de ese insecto se introducen al interior de los troncos de los árboles y los socavan desde adentro. La amenaza de que los daños de esta plaga sean mayores preocupa a las autoridades de medio ambiente de la Gobernación que han destinado 500.000 bolivianos para hacer estudios que contribuyan a su exterminio.
Con esta investigación, la Gobernación y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) pretenden evitar que más especies nativas sean afectadas por el taladro, según explicaron Cecilio Salvatierra y Juan Miranda, ingenieros a cargo del estudio. Salvatierra y Miranda investigan sobre el daño que estaría generando el Foracanta al Eucalipto globus, una de las 15 variedades de esta especie que existen en Cochabamba. También investigan el grado de perjuicio que está ocasionando en especies nativas como la quiswara, quewiña y a los molles, árboles que han empezado a mostrar señales de afectación en el parque Tunari.
El estudio es supervisado también por la Secretaría Especial por los Derechos de la Madre Tierra dependiente de la Gobernación y bajo la dirección de Magdalena Medrano. Desde esa instancia se ha viabilizado el desembolso de medio millón de bolivianos para concluir el estudio sobre el taladro y sobre el daño que está provocando en algunas provincias del departamento como en Sipe Sipe, Punata y Tiraque, además del parque.
Medrano mencionó que paralelamente se han puesto en marcha diferentes tipos de control, entre ellos, el control mecánico, “se está marcando aquellos árboles que se cree puedan estar infectados, también se está probando diferentes formas de realizar el control químico, todo mientras se concreta el estudio”.
En tanto, Cecilio Salvatierra dijo que de manera más agresiva el Eucalipto globus está siendo atacado y sostiene que en 2010 se ha producido un debilitamiento de esta especie arbórea. “Las condiciones del parque, para todas las especies en general no son buenas porque no se interviene el parque. No se tala y no se realiza al momento algún tipo de manejo forestal, a lo que se suman las condiciones de la zona densa de árboles y sobre una pendiente donde el agua se escurre y no se detiene”, explicó.
Las señales de la presencia del insecto en los árboles se dan a partir de la sequedad que empieza a notarse en la copa, en el follaje de los árboles y en sus hojas. Si bien el eucalipto no es una especie muy querida por el alto consumo de agua que tiene y por el daño que produce a la tierra al absorberse todos los nutrientes, es a través de él que se realiza el estudio que puede beneficiar a todo el país, ya que la plaga ataca en otros países como Chile y ataca a otras especies sobre todo de maderas blandas.
“Se ha observado la presencia de taladro en molles y en otros árboles que también han mostrado las mismas señales que el Eucalipto globus”, dijo Salvatierra. Recordó que el estudio continúa en proceso desde hace tres meses.Lo importante para los expertos del Sernap y para las autoridades es que el daño a los árboles se minimice y se evite efectos mayores sobre todo en las especies nativas.
El taladro
Luego de las termitas, el taladro es la especie más peligrosa para la madera. No se sabe cuándo y cómo llegó a Cochabamba, pero se dice que fue introducido con el fin de acabar con un sector de bosque de eucaliptos para construir en su lugar una zona residencial. El insecto suele ser más peligroso en periodo de larva.El taladro es conocido en el mundo por atacar árboles de pino, abeto, alerces, álamo, sauce y el castaño, por ese motivo no se descarta un posible ataque a las especies nativas del parque Tunari y en las provincias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario