El mejor producto boliviano es vendido a mercados europeos y norteamericanos. El resto lo consumen países sudamericanos.
En el primer ampliado de cafetaleros realizado ayer en Caranavi, en los 20 años de existencia de la Federación de Caficultores y Exportadores de Bolivia (Fecafeb), se anunció que la entidad genera 30 millones de dólares que el Estado percibe a través del Ministerio de Hacienda.
El 95 por ciento del café que se produce en Bolivia está en Caranavi y la Federación trabaja con 23 familias.
EL CAFÉ GENERA MILLONes. Eustaquio Huiza, presidente de la Federación cafetalera, advirtió de que la producción en Bolivia, “en 20 años de trabajo con las familias organizadas, nunca se tuvo ayuda gubernamental. Todo el esfuerzo y sacrificio de esta generación de divisas se debe a que ellas, por iniciativa propia, buscaron mercados internacionales; con tanto orgullo podemos admitir que el café boliviano es excelente, pero lo mejor que tenemos se va a Europa y Norteamérica. El café de menor calidad lo compran Chile, Argentina y Colombia, y nos lo devuelven como Nescafé”.
Sobre la cifra millonaria, Éver Choque, secretario ejecutivo de la Federación Departamental de Comunidades Interculturales, destacó que “hasta 2010, tenemos el dato de que el café generó 16 millones de dólares por año. Pero a finales de ese año el café recuperó raudamente su precio, tanto, que a partir de este 2011 tenemos la cifra incrementada a 30,87 millones de dólares”.
Un censo. El levantamiento de información sobre la producción cafetalera fue ratificada por Nemecia Achacollo, ministra de Desarrollo Rural y Tierras, quien anunció que en enero se conocerá los datos sobre cuántos productores organizados hay en Bolivia, cómo se organizan y sobre cuántas hectáreas producen.
El levantamiento de datos es uno de los tópicos de la Política Cafetalera, que la Federación y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras elaboraron en conjunto y fue aprobado el 28 de marzo.
Hoy, este Ministerio empieza la capacitación de un delegado por cada una de las 27 organizaciones locales.
Huiza argumentó que, a diferencia de otros años, la producción de café se ha reducido a causa de la falta de incentivos del Estado.
“Hace 10 años, de una hectárea de café cosechábamos 40 y hasta 60 quintales; lamentablemente hoy en día producimos entre 15 a 20 quintales por hectárea. Nuestro café es realmente excelente, los mercados europeos piden más producción, pero lamentablemente no hay incremento porque las tierras están cansadas, los arbustos viejos y no hay incentivo de renovación para mejorar los cafetales”.
23.200 familias se benefician con empleo. El 90 por ciento de la producción se hace sin tecnología.
La Fecafeb AGLUTINA A 40 organizaciones económicas campesinas. Nació por iniciativa de productores de yungas. el 85 por ciento de su producción es café orgánico que se diferencia por precios convencionales a partir del comercio justo.
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