Es un vegetal que produce frutos entre los dos y seis años de haber sido sembrado.
La colonia Villa Exaltación, del cantón Choronta, Caranavi, tiene suelos aptos para el crecimiento abundante de una variedad excelente del achiote.
Es un árbol cuyas semillas están cubiertas de un polvo rojizo profundo, llamado bixina, que es un colorante natural que se emplea en la industria mundial de la alimentación y el teñido de la ropa. Argentina, Ecuador y Chile son los mayores compradores de la especie boliviana.
En ese poblado yungueño hay varios centros de acopio, sus propietarios, orgullosos, admiten que la bixina supera casi al cien por ciento al producto cosechado en Perú.
Competencia desleal. Jacinta Chungara es hija de una de los primeros colonos del poblado y actualmente tiene uno de los centros más grandes de acopio de achiote.
“Yo no sé qué tipo de tierra o clima será el de Villa Exaltación, pero una gran mayoría de los colonos quieren producir achiote. En la cosecha fuerte, el quintal llega a costar 780 bolivianos. Aunque Perú nos hizo una mala jugada de precios, porque a Bolivia introdujeron el producto sin certificaciones y venden el quintal en 500 bolivianos. Por ello, los productores debieron bajar precios”.
La calidad del colorante se mide en bixinas. El producto peruano tiene 150, en tanto que el cosechado en Caranavi alcanza a 350 y 400 bixinas.
El experto agrónomo Isidro Rodríguez dijo que la tierra de esa colonia tiene gran componente de nutrientes. “Desde el segundo año, la planta da frutos, y hasta el sexto año, tiene primaveras de cosechas fuertes. Hay varias maneras de medir la bixina, los lecos, por ejemplo, lo hacen de manera artesanal con aceite y hacen como un jabón de ese polvo rojo, y ellos saben si la bixina es fuerte o no. Otros la miden con alcohol, pero la mejor manera de hacerlo es a través de un laboratorio y técnicas apropiadas”.
Hace unos diez años, Rodríguez llevó semillas certificadas de achiote para mejorar los cultivos en la región. Una década más tarde, espera los resultados del mejoramiento de la especie.
CoSECHA EN FLOR. Jacinta Chungara recibió la visita de expertos argentinos, quienes recomendaron a los productores que para la cosecha de la semilla, deben esperar que ésta madure dentro de la flor, “de manera tal que las semillas se sequen naturalmente y se apropien de todas las bixinas necesarias y sequen dentro de la misma flor”.
Rodríguez destacó que la cosecha se prolonga de febrero a septiembre y que se rige según la altura de los suelos. “La primeras cosechas (tempranillos) son de Caranavi, le sigue Palos Blancos y, por último (tardíos), son las de Guanay. Alemania exigió a los productores hasta 30 toneladas, pero es un pedido imposible de satisfacer, por ahora.
780 bolivianos llega a costar un quintal de achiote, que compran los acopiadores en época de cosecha.
15 toneladas se van a Ecuador y 11 a Argentina. Expertos de esos países recomiendan las cosechas ecológicas.
En 2007, bolivia exportó172 toneladaS Y EN 2008, 199, CON UN VALOR DE 39.500 DÓLARES. aRGENTINA, CHILE Y ESPAÑA SON LOS COMPRADORES.
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