Gusanos, parásitos y hongos son utilizados en los cañaverales del norte integrado de Santa Cruz para combatir una plaga de reciente proliferación, aunque también se han enviado muestras a laboratorios del exterior para tener mayor información, informó el director ejecutivo del Centro de Investigación y Transferencia de Tecnología de la Caña de Azúcar (Cittca), Carlos Costas.
La plaga es conocida vulgarmente como pan de gallina, gusano blanco, gallinita ciega o lacatu. Se trata de un gusano blanco que se come la raíz de la caña, haciendo que toda la planta se seque. Ya fue identificada en 1984, pero proliferó peligrosamente desde hace unos cuatro meses.
Durante una visita al norte integrado cruceño, organizada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior a principios de esta semana, Costas explicó que la plaga es un coleóptero que en su fase adulta no supone peligro, pero sí es dañino mientras está en fase larvaria porque vive bajo tierra y se alimenta de materia orgánica y de la celulosa que contiene la raíz de la caña.
El especialista señaló que no es posible utilizar pesticidas para combatir la plaga justamente porque la larva habita dentro de la tierra y la única forma de acabar con ella es empleando tractores para volcar la tierra y sacarla a la superficie para que muera bajo el sol.
Santa Cruz tiene 130.000 hectáreas de cañaverales y aún se desconoce la superficie exacta afectada por la plaga. Sin embargo, en el Ingenio Guabirá, uno de los cinco que existen en Santa Cruz, se calcula que aproximadamente 20 por ciento de las 45.000 hectáreas han sido dañadas por el gusano blanco.
“No sé si va a crecer o disminuir (la plaga). Va a depender de las condiciones climáticas o de la presencia de sus enemigos naturales; puede ser una presencia esporádica o puede perderse”, dijo Costas.
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