No fue torrencial, pero la lluvia que cayó en la madrugada del domingo en buena parte del departamento de Santa Cruz alegró a los productores agropecuarios y alivió a los ganaderos que fueron afectados por la sequía y los chaqueos que casi acaban con la pastura de sus parcelas.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Demetrio Pérez, realizó ayer un recorrido por el norte cruceño donde se cultiva soya, maíz y trigo en grandes cantidades, y verificó que los campos de producción estaban húmedos en tres provincias: Warnes, Obispo Santistevan e Ichilo.
“La lluvia que cayó es una bendición para el agro; para los pequeños y medianos productores es como si haya caído plata del cielo”, comentó Pérez, en tono que esbozaba algarabía.
Según datos de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), entre soya, girasol, sorgo, trigo y maíz, en la campaña de invierno 2010 se sembraron 622 hectáreas y se alcanzó una producción de 1.224 toneladas.
Hasta el 15 de septiembre se concluyó con la cosecha de girasol, sorgo y maíz, y al momento todavía se recoge lo último de soya y trigo, sobre todo en la zona norte de la región.
De acuerdo con la información meteorológica que manejan los productores, lluvias intensas podrían replicarse en la primera quincena de octubre, por lo que estiman comenzar la siembra de verano a partir del 20 del próximo mes; la zona este de expansión arrancará en punta.
En cuanto a la ganadería, que en las últimas semanas se vio afectada por la sequía, chaqueos y quemas indiscriminadas, la lluvia del domingo abarcó buena parte de la Chiquitania y aunque en el Chaco fue tenue, alcanzó para aliviar a los pecuarios.
Adhemar Elías, presidente de la Asociación de Ganaderos de San José de Chiquitos, y Enrique Durán, presidente de la Asociación de Ganaderos de Concepción, coincidieron ayer al informar que llovió copiosamente en la madrugada y quedó una llovizna hasta el mediodía del domingo.
En los valles cruceños donde se cultiva papa, zanahoria, tomate, camote y cebolla, entre otros, también llovió ayer. Entre las 4:00 y las 6:30 cayó el grueso del agua.
De acuerdo con el Informe Nacional de Coyuntura emitido esta semana por la Fundación Milenio, el departamento de Santa Cruz continúa siendo el mayor productor agropecuario con el 72% de los alimentos producidos en todo el país y ha mejorado considerablemente sus indicadores de desarrollo humano.
Apagaron incendios en Sararenda
La única posibilidad de controlar el incendio en el cerro Sararenda era una oportuna lluvia, y esta llegó ayer mitigando el enorme foco de calor que se dio en una zona poco menos que inaccesible y que hasta ahora ya consumió alrededor de 9 kilómetros cuadrados de bosque.
Si bien la precipitación pluvial no fue grande, sirvió para aminorar considerablemente la intensidad del fuego que se extendía sin control por las partes altas de la serranía.
Según el parte del coronel Jurgen Bernal, inspector del Comando de la IV División de Ejército, el fuego fue controlado porque la lluvia ayudó al consumar el objetivo.
Se supo extraoficialmente que una comisión del Viceministerio de Defensa Civil llegará a Camiri en las próximas horas para evaluar los daños ocasionados por el fuego.
Entre tanto, en Vallegrande, los chubascos de la tarde del sábado y la madrugada del domingo apagaron todos los restos de fuego que habían en la zona de Chorrillos y humedecieron las serranías de la provincia.
Los pobladores todavía recuerdan los graves daños ocasionados en la región de Masicurí por un incendio de proporciones que se produjo el año pasado con grandes pérdidas económicas. Con la primera lluvia comienzan a preparar las tierras para la siembra de frejol, maíz y maní, en noviembre. /TB y JCA
Zonas humedecidas
- La zona norte del departamento fue la más beneficiada, porque llovió intensamente durante más de dos horas y después siguió una llovizna. El alivio se extendió desde Warnes hasta San Pedro.
- En el sur, zona del Chaco cruceño, el agua que cayó no fue de consideración, pero los productores respiraron aliviados porque todavía no esperaban lluvias. La llovizna fue desde Abapó, pasando por Ipitá, Gutiérrez e Ipati, hasta cercanías de Camiri.
- En los valles cruceños, sobre todo en Vallegrande y Comarapa, el agua humedeció los campos de cultivo. Los ganaderos que crían bovinos en menor escala, también fueron beneficiados.
- En la Chiquitania, sobre todo en San José, el alivio fue grande por cuanto cayó una lluvia torrencial por más de dos horas en la madrugada del domingo.
- En la ruta hacia las Misiones Jesuíticas, desde San Ramón hasta Concepción, pasando por San Javier, llovió más de una hora y media; sin embargo, a San Ignacio de Velasco los vientos del sur llegaron prácticamente sin agua.
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