La producción de alimentos con semillas transgénicas en el país puede crear daños irreversibles a la salud de las personas que consumen estos productos, a la tierra en la que se cultivan las semillas y, por ende, a la actividad agrícola.
El geólogo de la Organización No Gubernamental “Tierra Viva Bolivia” Alan Forsberg aseguró que las semillas transgénicas tienen más desventajas que ventajas.
“La producción de alimentos con transgénicos puede reducir costos de los productos, pero no por mucho tiempo porque este tipo de producción daña la tierra, el medio ambiente y la salud de los agricultores y consumidores”, dijo.
Uno de los principales problemas está en que el polen que producen las plantas para reproducirse es trasladado con el viento y puede contagiar otras plantaciones, es decir que una planta ecológica puede volverse transgénica por el polen que le llega de una semilla de este tipo.
Según Forsberg, las semillas genéticamente modificadas son peligrosas porque vienen con un paquete de químicos, y agronómicos que deben ser utilizados para adaptar a las semillas y para que estas puedan combatir contra todas las malezas.
Entre estos químicos, el herbicida más peligroso es el Glifosato que es altamente contaminante.
El Glifosato es aplicado en la semilla y puede penetrarse en la planta y en el fruto.
Además de esta contaminación, el Glifosato puede ocasionar daños serios al suelo.
“El suelo es un ser vivo, tiene microorganismos que lo componen y estos son dañados por los tóxicos, entonces en un futuro el suelo puede quedar infértil”, dijo Forsberg.
El geólogo aseguró que en un sector de California, EEUU, el 50 por ciento del suelo que fue utilizado para plantar semillas transgénicas quedó infértil.
“Entonces, cuando el suelo ya no pueda ser utilizado ¿qué haremos, dónde plantaremos?”, cuestionó. El experto manifestó que cuando los herbicidas son aplicados, solamente un 2 por ciento hace efecto sobre la semilla, mientras un 98 por ciento se queda en el suelo, contaminando así las aguas subterráneas.
ENTRADA SIN SALIDA
Lo peor de la producción de alimentos transgénicos es que se puede convertir en una entrada sin salida.
Una vez que se comienzan hacer plantaciones con semillas transgénicas, el contagio por el polen puede hacer que muchos otros productos también se vuelvan transgénicos.
“De esta manera toda nuestra producción podría depender de las transnacionales y cientos de agricultores quedarían sin empleo, porque se reduciría la mano de obra”, agregó.
SALUD
Los daños en la salud que puede ocasionar el contacto con los herbicidas y el consumo de transgénicos pueden ser muy peligrosos.
El exsenador del Movimiento Al Socialismo, MAS, y médico Gastón Cornejo señaló que las principales alteraciones se pueden presentar en el ADN, ocasionando malformaciones congénitas.
Asimismo, explicó que se pueden presentar en las personas que consumen estos productos alergias y lesiones graves a nivel de la sangre y de las células embrionarias.
Según Cornejo, los consumidores de transgénicos pueden llegar a enfermar de mieloma múltiple, es decir cáncer en la médula ósea. Otra de las enfermedades que se puede presentar es el linfoma, que es un conjunto de enfermedades neoplásicas en el sistema linfático. Estas enfermedades se generan sobretodo porque los transgénicos van encadenados con el herbicida Glifosato.
El daño para los agricultores que están en contacto con estos químicos también puede ser fatal.
“Debemos tener una obligación moral con las generaciones del futuro que pueden sufrir estos problemas a causa de los transgénicos”, dijo al expresar su total rechazo a los cultivos transgénicos.
GOBIERNO DEFIENDE LA LEY PRODUCTIVA.
Promulgarán la polémica ley
La ley de Revolución Productiva será promulgada hoy por el Presidente, pese a la polémica que ésta ha causado en varios sectores.
La norma tiene dos artículos, 15 y 19, que según varios críticos dan luz verde a los cultivos transgénicos. La ley es contradictoria a lo que dispone la Constitución Política.
Norma no autoriza transgénicos
El senador Adoldo Mendoza niega que la Ley Productiva impulse la producción de cultivos transgénicos, “más al contrario prohiben la importación de semillas transgénicas”.
La norma protege la salud de los bolivianos, en ningún momento promovemos los trangénicos ya que la CPE la prohibe.
98 Por ciento de los tóxicos van al suelo
SegÚn el geólogo Alan Forsberg, el 98 por ciento de los tóxicos que se aplican a las semillas transgénicas van al suelo y solamente un 2 por ciento logra quedarse en la planta. Esta situación provoca la erosión de la tierra.
Bolivia quiere un modelo productivo
EL objeto de la ley no incorpora el tema de transgénicos, sino el tema productivo por eso es que se ha referido a la cuestión de semillas y recursos genéticos naturales que tiene el Estado. Lo que se plantea es un modelo de producción agroalimentaria, dice la ministra de Desarrollo productivo, Teresa Morales.
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