Vivero abre mercado para variedad de cactus

La pasión por los cactus comenzó hace 17 años con la colección de sus primeras 40 cactáceas nativas enanas y actualmente cuenta con más de 3 mil especies y variedades exóticas, entre nativas y extranjeras en plena producción, en su vivero familiar de la zona de Chojnocollo, un kilómetro al norte de la ciudad de Quillacollo.

El propietario del vivero “Cactus Bolivia”, Jonny Cabrera, recuerda que su preferencia por la producción comercial de cactus nativos y extranjeros nació cuando cursaba el segundo año de Agronomía de la UMSS y se concretó a mediados del 2000, con la instalación de un vivero artesanal en la vivienda de su hermano.

Pasaron ocho años de investigación, acopio de materia prima, viajes de exploración, adquisición de especies nativas y extranjeras exóticas y ampliación del vivero familiar, para iniciar la producción y comercialización de todas las variedades de cactus que tienen entre tres y 50 centímetros de altura.

Actualmente, el vivero “Cactus Bolivia” con 1.000 metros cuadrados de superficie, tiene capacidad de producir anualmente 250 mil “cactus enanos” de distintas variedades y especies, entre nativas y extranjeras provenientes de México, Argentina, Perú, Chile, Estados Unidos, Ecuador e incluso Cuba.

Toda la producción de cactáceas, una familia de plantas suculentas en gran mayoría espinosas y conocidas en conjunto como cactos o cactus, con o sin flores, se comercializa en las ferias populares de Cochabamba y en el interior del país, a través de pedidos especiales.

Entre las variedades requeridas por el público, porque son nobles, fáciles de cuidar y requieren poca agua, mencionó el zapallito, colmenas, ferocactus, asientos de suegra, cola de mono y cascabel, cresta de gallo, ulalas, abuelos, rosas verdes, arrepolladas, magníficos, globos, bonetes de cura y otros.

En 2012 “Cactus Bolivia”, comercializó más de 120 mil cactus por un valor de 10 mil dólares.

Considerando que en el mundo existen alrededor de 10 mil especies o variedades de cactus enanos, de los cuales 7 mil son de origen mexicano, Cabrera informó que en Cochabamba se iniciaron los estudios para determinar la cantidad de especies nativas de Bolivia. Se estima que en Bolivia existen 200 especies nativas, que deben ser valoradas y registradas formalmente, para su producción comercial.

Entre los proyectos a mediano plazo, el gerente de “Cactus Bolivia” mencionó la ampliación del vivero a una hectárea cubierta en una zona aledaña a Chojnacollo y la exportación de especies nativas y exóticas, particularmente a países de la Unión Europea.

La ampliación del vivero, dentro de dos a tres años, permitirá producir al año 2 millones de cactáceas, cantidad suficiente para atender pedidos de exportación.

“Este año nos solicitaron de Italia alrededor de 120 mil cactus de la variedad mexicana “Asientos de Suegra”. No podemos hacerlo ahora: pero si dentro de tres años, cuando tengamos un vivero de 10 mil metros cuadrados”, sostuvo.

Jonny Cabrera Enriquez | emprendedor

La demanda de cactus en el exterior es enorme. Hace falta capital para ampliar la producción



EMPRENDEDOR JONNY CABRERA ENRIQUEZ

Personal

• Nace el 19 de marzo de 1969 Quillacollo.

• Casado con Nait Montaño (41) tienen dos hijos: Favio (8) y Kevin (5).

• Agrónomo egresado de la UMSS el 2000, con trámites de registro de comercio ante Fundempresa y afiliado a las asociaciones de viveristas de Quillacollo y Cochabamba.

Laboral

• Gerente propietario del Vivero “Cactus Bolivia”, dedicado a la producción e investigación científica de cactáceas y plantas suculentas o crásulas, en un vivero familiar de 1.000 metros cuadrados de superficie en la zona de Chojnacollo, distante a un kilómetro al norte de la ciudad de Quillacollo con dos agricultores de experiencia.



“Colas de mono”

• La variedad nativa “Cola de Mono” fue descubierta por el investigador quillacolleño Jonny Cabrera en la localidad de Samaipata, donde adorna ventanales y salas de estar, a mediados de 1997 y transferida a viveros de Cochabamba para su cultivo reproducción comercial.

• Años después, una ciudadana boliviana remitió una muestra del llamativo ejemplar a un estudioso alemán de cactáceas de América, que inmediatamente llegó a Cochabamba para profundizar su valoración científica. Al no poder entrevistarse con Jonny Cabrera se trasladó a Samaipata, donde recogió muestras, completó estudios y realizó pruebas de laboratorio en su país que le permitieron registrarla como una nueva variedad de cactus con el nombre científico hildewintera colademononis, ante la Asociación Internacional de Cactáceas y Plantas Suculentas, con sede en Ginebra, Suiza, a mediados del año 2003.

• “Que irónica es la vida, nosotros la descubrimos y un investigador alemán lo registra a su nombre”, comenta el investigador Jonny Cabrera.