La seguridad alimentaria en el Estado es un “desafió” por alcanzar, reconoció ayer el director ejecutivo del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), Carlos Osinaga Romero. “Hay que garantizar la soberanía alimentaria y a partir de ahí podemos pensar en exportar”, afirmó. Para alcanzar los objetivos, la producción tiene que subir, sustancialmente de 16 millones a 24 millones de toneladas en la próxima década, estimó.
INFORME
Durante la gestión pasada la importación de alimentos sumó $us 481 millones, informó el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico en diciembre pasado. A su vez el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Reinaldo Díaz, señaló que la importación de bienes alimenticios y el ingreso de otros por acción del contrabando, se debe a la falta de políticas nacionales orientadas a incentivar la producción y contrarrestar las internaciones ilegales al territorio nacional.
VOLÚMENES
La cantidad de alimentos que tuvo que importar el Estado fue sin embargo menor con respecto a las gestiones 2014 y 2015. En ambos periodos el volumen llegó casi a las 1.000 t. y el costo superó los 600 millones de dólares, según el reporte oficial que expuso el ministro Cocarico.
IMPORTACIONES
El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, la máxima autoridad de los productores agropecuarios, el bastión más importante para la seguridad alimentaria del Estado, reveló en ese sentido, que, “el 67% de los productos agrícolas que llegan al Estado del extranjero, tienen como origen al contrabando”.
“Así lo estableció la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) en un estudio que realizó y el contenido y alcances del documento ya es de conocimiento del presidente y vicepresidente del Estado, Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera”, afirmó el directivo.
PARA LA MESA
Una situación que llama la atención es el hecho de que más de la mitad de los alimentos que tiene cada boliviano en la mesa, para garantizar su provisión todos los días, tiene como origen en proveedores extranjeros.
En este sentido la Fundición Jubileo señaló que entre enero y agosto de 2016, la importación de alimentos elaborados para el consumo en los hogares representó 65% del total en el rubro por un valor de $us253 millones de dólares.
Del mismo modo la importación de alimentos básicos y elaborados destinados a la industria crecieron en más de 8%, entre enero y agosto de 2016, respecto a similar periodo del año 2015, refiere el informe.
INCENTIVOS
Para Díaz no deberíamos importar alimentos debido a que el territorio tiene todas las cualidades para producir lo que necesita sin recurrir al extranjero.
“Poseemos tierras fértiles, agua dulce y sobre todo, potencialidad para ser autosustentables pero falta políticas gubernamentales”, apuntó a modo de reflexión el directivo empresarial.
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