lunes, 4 de abril de 2016

La agroforestería cambia la vida de 1.000 familias de la amazonía



Para contribuir a la sostenibilidad de la economía campesina e indígena del país, el Cipca implementa desde hace 15 años sistemas agroforestales que permitieron recuperar tierras infértiles y mejorar la calidad de vida e ingresos de al menos 1.000 familias del norte amazónico.

Estos sistemas son una forma de producción sostenible que utilizan los recursos naturales disponibles en el medio, la mano de obra familiar y los conocimientos locales para recuperar suelos degradados combinando la producción de cultivos anuales con plantaciones de mediano plazo (de cuatro a seis años) y largo plazo (de seis a ocho años), y la crianza a pequeña escala de animales.

Las prácticas agroforestales, que le permiten a los agricultores tener un “pequeño paraíso” capaz de alimentar a sus familias y a la población boliviana, requieren de un trabajo “muy laborioso y sacrificado”, apuntó el biólogo Vincent Vos, técnico del privado Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca).

Benjamín Tala, de la comunidad pandina de Medio Monte, es uno de los mejores ejemplos del éxito de esta forma de aprovechamiento de tierras antes estériles o poco fértiles, ya que en sus parcelas, que suman 5 hectáreas (ha), hay 50 tipos de productos, entre frutas, legumbres y variedades forestales. El agricultor tiene 11 hijos, ocho de los cuales ya cuentan con una profesión relacionada con la agroforestación, como técnicos forestales o ingenieros ambientales.

“Todos mis hijos estudiaron con los ingresos que fue generando la parcela, que eran pocos al principio”, pero que luego fueron creciendo en la medida en que “ellos ayudaban a que (ese terreno) sea mucho más grande y más productivo. Me siento muy feliz porque la parcela es también fruto de su trabajo y de su dedicación a la tierra”, afirmó.

Transformar una parcela degradada en una rentable tarda al menos seis años, luego de los cuales se pueden obtener en ese pedazo de tierra al menos 25 productos, explicó el experto del Cipca, que ayuda a implementar esta labor en algunas provincias pandinas, benianas y cruceñas.

“Mi cultivo es muy joven, tiene tres años, pero ya empieza a dar beneficios”, dijo José Luis Chujra, secretario ejecutivo de la federación campesina de la provincia Vaca Díez (Beni).

La regeneración de las parcelas “muertas” comienza con la siembra de productos como el pacay y las legumbres, que requieren de pocos nutrientes y que se desarrollan en poco tiempo dejando sustancias que mejoran la calidad de la tierra, indicó Alexandre Leprise, consejero de Comunicación Audiovisual de Oxfam, organización privada que trabaja en el proyecto junto al Cipca.

Al principio, los productos que se obtienen para el consumo propio de la familia son maíz, arroz, hortalizas, frijol, yuca y plátano; pero con el paso del tiempo y el mejoramiento de la tierra se puede tener frutas, cacao, castaña y madera, dijo alegremente Tala, quien hoy cuenta con una variedad de alimentos que le permiten tener una dieta muy completa.

Al comenzar a recuperar una parcela, precisó Leprise, los comunarios no tienen muchos ingresos, porque los árboles frutales tardan unos ocho años en producir y ser rentables.

Vos explicó que las parcelas que han sido trabajadas bajo sistemas agroforestales por un periodo de nueve años, además de proporcionar alimento a las familias que las cuidan, pueden generan un ingreso promedio de “Bs 400 por día”, monto que al inicio del proyecto es de Bs 50 diarios.

DESARROLLO. Así, esta forma de producción no solo asegura la alimentación de estas familias de pequeños productores, sino también genera ingresos adicionales por la venta de los excedentes —los que contribuyen a la seguridad alimentaria del país— y le provee de medicinas y materiales para su uso diario.

Desde que el Cipca comenzó a implementar el proyecto en la región amazónica del país, hace 15 años, pudo recuperar 2.563 de 3.000 ha, es decir el 85%, pese a las sequías, inundaciones, incendios y otros, lo que muestra que esta forma de producción tiene una alta resistencia a fenómenos climáticos extremos y otras manifestaciones del cambio climático. Por ejemplo, el mango, la piña y otros productos ricos en agua que se plantan en lugares estratégicos de la parcela frenan el avance del fuego.

“En realidad, todos tienen afecciones climáticas pero a algunos les afecta con mayor fuerza. Les cuesta volver a levantarse, pero sí lo hacen”, puntualizó Vos. “Oxfam y Cipca seguimos el trabajo de los productores para que puedan ver en el mediano plazo un avance. Les brindamos la capacitación necesaria para que ellos puedan generar en ese tiempo un sistema agroforestal”, agregó Leprise.

Tala destacó que la ayuda de ambas instituciones fue vital para sacar adelante su “pequeño paraíso”.

“La capacitación constante que nos da la Oxfam con Cipca nos ayuda a que no cometamos errores cuando queramos dar más vida a las parcelas”, afirmó Chujra.Leprise mencionó que parte del proyecto es la venta de plantines a precio subvencionado y la capacitación en otras tareas como la pesca para mejorar la alimentación de campesinos y comunidades indígenas. “El subsidio varía según el tipo de planta. Por ejemplo, un arbusto que en el mercado convencional tiene un precio de entre Bs 4 y 10 es entregado a un costo de entre Bs 1 y 2”.

Adelantó que ambas instituciones están realizando los estudios para iniciar estos trabajos en los valles y el altiplano bolivianos, para combatir la deforestación agrícola. “Se espera llegar a esas regiones en el mediano plazo, para así poder lograr el objetivo que se tiene dentro la Agenda 2025, de llegar a las 50.000 hectáreas agroforestales en el país”.

Con los sistemas agroforestales, que protegen los recursos naturales y la biodiversidad, “damos vida a esas parcelas que ya no producen los mismos alimentos que antes y que, en muchos casos, ya no tienen vida y no generan vida”, subrayó Vos.

El Valor de las parcelas

El valor de los productos agrícolas, frutales y forestales de una parcela trabajada por 10 años bajo el sistema es de Bs 28.699 y de Bs 41.000 en el vigésimo año, informó el Cipca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario