Los productores de papa “quimsaquillera” de Tarata, temen no poder recuperar ni siquiera su inversión en semillas.
Es que la sequía, la degradación de los terrenos y la pérdida de tierras de cultivo ha ocasionado que las papas recientemente cultivadas tengan sólo la mitad del tamaño que solían tener. El productor de papa Carlos Rocha mostró su cosecha con papas muy pequeñas. La siembra fue en el mes de julio, con el agua acumulada en los ríos, atajados y proveniente de las nevadas. La cosecha “mishka” de la papa de tres meses comenzó hace unas semanas, con resultados muy poco alentadores. Los productores tuvieron que luchar contra las perdices y otros animales hambrientos.
Además, por el calor y la falta de agua, las papas no desarrollaron lo suficiente. En cuanto se cava la tierra, se siente el calor concentrado y comprende la razón del reducido tamaño de las papas. La mitad de los 40 sindicatos agrarios de Tarata sembró papa y ahora aguarda las lluvias para sembrar maíz y papa destinada a la cosecha grande, que es en marzo o abril. Para otros, su esperanza está en el trigo y cebada.
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