domingo, 13 de abril de 2014

Producción de hortalizas en invernaderos de alta tecnología

ANTECEDENTES

Después de haber visitado las Islas Canarias frente a la costa occidental de África, que aunque es muy atractiva para el turismo no tiene las condiciones físicas y climatológicas propicias para agricultura. Sin embargo, producen banano y mandarinas en condiciones controladas que en este caso son invernaderos. Eventualmente, y después de haber tratado de establecer unos invernaderos en el área de Outaouies, Provincia Québec, Canadá, veo que es factible, desde el punto de vista tecnológico, como también comercial y medioambiental, el instalar invernaderos en el Altiplano boliviano y en particular en el Departamento de Oruro.

Esta propuesta o idea se hace más factible cuando se escucha por radio o se lee en periódicos el establecimiento de carpas solares en El Alto de La Paz y otras poblaciones del altiplano. No obstante el aparente objetivo de las carpas solares es el de suplementar la nutrición de los propietarios de las carpas solares y una mínima parte, ofrecer al mercado inmediato. El presente proyecto pretende establecer un sistema comercial de producción de hortalizas en zonas no tradicionales como es el Altiplano Boliviano. Más aún, esta tecnología se adapta a la situación actual de tenencia de las tierras como también a la capacidad de producción de los suelos del altiplano, que a decir verdad, tienen muy poco potencial que acompañados del componente climático se hace prácticamente imposible efectuar cultivos a excepción de la papa, haba, cebada, ajo, zanahoria y algunos frutales en áreas muy específicas siendo la excepción la quinua que es un cultivo más generalizado.

Continuando con un poco de historia, aproximadamente desde 1995 he tratado de trabajar en la introducción de invernaderos en nuestro altiplano pero, se tropezó con problemas no necesariamente tecnológicos pero sí sociales y de la idiosincrasia Boliviana.

El proyecto fue presentado a sindicatos campesinos, grupos de personas particulares, propietarios de tierras, Prefectura de Oruro, Universidad de Oruro y otros. Muy a pesar mío y aunque la respuesta con las personas que fueron contactadas fue positivo, poco se ha logrado avanzar en la realización de esta idea. La gente, entre ellos hombres de negocios y técnicos, nunca dijeron que no se podía realizar el proyecto y por el contrario mostraban su conformidad con la idea pero, da la impresión de que la gran mayoría busca ganancias inmediatas, aparentemente en forma desmesurada y en lo posible evitar riesgos.

Últimamente he vuelto a contactar a varias personas tanto a nivel privado como a nivel de gobierno. El privado como siempre muestra interés pero ve que se debe hacer inversiones y el temor hace que estas personas no pasen de expresar que la idea es buena. Los empleados de gobierno, muestran un buen interés pero, una vez que se les brinda la información básica, no llegan a promocionar la idea o, mejor dicho no estimulan más el contacto local haciendo pensar que al final no están de acuerdo. En otras oportunidades se apropian de la idea, presentan a sus superiores pero, como las bases de conocimiento son frágiles y superficiales y por la falta de experiencia la idea no prospera.

Últimamente se ha trabajado con la UTO a través del Dicyt, la acogida fue muy buena y se logró muchos avances. El trabajo se está realizando desde Enero-2013 y aún falta por recorrer un buen camino relacionado a la utilización de fondos del IDH que tienen un mecanismo bien determinado. Sin embargo, siendo que el proyecto es de producción agrícola, por razones que desconozco personal de la FNI a la cabeza de los Drs. Milton Salas y Edwin Lamas están buscando la mejor forma de controlar el proyecto convirtiéndolo en un proyecto de ingeniería. El proyecto tiene bastante de ingeniería pero no es de ingeniería sino de producción. Una vez que los factores de estructura y control al interior de invernadero están dados en la tecnología (ya se aplica acá en Canadá y con mucho éxito) lo que queda estudiar es la adaptación del sistema y en particular las respuestas de las diversas variedades que se vayan a estudiar al medio ambiente del altiplano de Oruro.



EL PROYECTO

El proyecto pretende introducir tecnología de punta hacia Bolivia. Sin embargo, la tecnología está normalmente disponible en otros países particularmente en los del hemisferio norte.

Es importante recalcar que mediante este sistema será posible producir durante todo el año hortalizas y otros cultivos como quinua, frutales, banano, condimentos, etc. Como el sistema es controlado, entonces los productos que se obtengan son de alta calidad, (sin pesticidas), uniformes y factibles de ser comercializados nacionalmente e internacionalmente.

De principio, se propone producir tomates, pepinos y pimentón. Se escoge estos cultivos por ser los más conocidos dentro del ámbito de producción de invernaderos. Con el tiempo se pueden incluir otros cultivos que tengan potencial de mercado. Al final, y tomando como una condición "sine qua non" el proyecto está en base a mercado, ya sea local (inicialmente) y el potencial de exportación internacional y en especial a Canadá país que importa muchos productos agrícolas a partir de octubre y terminando en mayo.

Si las circunstancias así sugieren, es muy factible la producción biológica u orgánica debido al control completo del ambiente en que se cultivan las plantas. No está demás indicar que con el correr del tiempo el Altiplano se convertiría en un vergel controlado contribuyendo al desarrollo del país y no solamente con la minería, ganadería, quinua sino con productos de alta calidad todavía no producidos bajo estas condiciones en Oruro y probablemente Bolivia.



ÁREA INICIAL DEL PROYECTO

Por las características que tiene el proyecto se propone que sea implementado en el altiplano de Bolivia. Muchos se preguntarán por qué no en zonas de valles como los de Cochabamba o Santa Cruz. Sin embargo, por las características de su estructura, cobertura, manejo, medio ambiente, clima, tenencia de la tierra y el potencial de su expansión su implementación será más factible y exitosa en el altiplano.

Desde el punto de vista de la geopolítica y la producción agropecuaria al interior de Bolivia, la prioridad se daría hacia el Departamento de Oruro que en la actualidad no tiene mucho potencial de producción agrícola si se compara con los otros departamentos. Considerando Pando y Beni, estos tienen mucho potencial agrícola, ganadero y silvícola mientras, que en Chuquisaca, Tarija, Potosí y Cochabamba se cuenta con valles muy activos en la producción agrícola y que en alguna forma también se presentan en La Paz y Santa Cruz quedando solo Oruro que no presenta o contiene mucho potencial relativo a los otros Departamentos, más aún, si se considera sus suelos, que en su inmensa mayoría (98%) no son adecuados para una agricultura intensiva y productiva.

Debido a estas circunstancias, la ciudad de Oruro "importa", de otros departamentos cercanos, casi todos los productos hortícolas y frutícolas que consume. Para mayor información por favor leer el artículo publicado en LA PATRIA el 2012-09-05 que titula ‘Oruro Productiva.’

Por las razones anteriormente citadas, insisto en que el proyecto es completamente factible debido a que existe un mercado cautivo (la ciudad de Oruro que cuenta con una población cercana a los 400.000 habitantes y, lo que se lograría al implementar el proyecto sería el de transformar el panorama agrícola productivo del altiplano de Oruro convirtiéndolo en un productor de hortalizas de alta calidad, durante todo el año en un tiempo relativamente corto, de 12 a 24 meses, y, con un potencial enorme que mostraría a Bolivia y el mundo que en esta zona tan inhóspita, seca, fría, desolada, introvertida, etc.

Existe la posibilidad de producir si se emplea la tecnología apropiada.

Estas son las razones las que me obligan a difundir el presente documento y que tiene el objetivo de despertar el interés en la población y en particular de aquellas personas emprendedoras que no faltan en nuestro país. Desde luego, que eventualmente la producción en invernaderos se multiplicaría enormemente en todo el altiplano Boliviano y todo dependerá de los primeros éxitos en Oruro.

Por favor tomar en cuenta que la propuesta no es solamente para mejorar la nutrición del productor y su familia sino también tiene el objetivo de producir en cantidades nunca pensadas con miras al consumo nacional contribuyendo a la soberanía alimentaria y eventualmente a la exportación. Además, ya es hora de que la agricultura sea un negocio rentable como nos ha demostrado Santa Cruz. Por otro lado, es tiempo de que los agricultores, particularmente del altiplano, terminen con la subvención de alimentos a las ciudades y convertirse en hombres de negocios.



IMPORTANCIA E HISTORIA

El número de cultivos exportables (para consumo externo de Oruro y dentro de Bolivia) de la zona altiplánica de Bolivia es reducido. Entre estos se destacan la quinua, productos derivados de llama o alpaca, haba, cebolla, ajo y otros de menor importancia. No es en vano recalcar que los productos que se obtendrán en el invernadero son de primera calidad, si es necesario orgánicos y muy susceptibles de exportación internacional.

Desde hace varios años, tal vez unos 30, se ha trabajado en Bolivia con diferentes sistemas de invernadero que tienen como objetivo principal el de ofrecer otra alternativa a la nutrición de sus habitantes en la zona del Altiplano. Es así que, se tiene bastante información en relación a Walipiñas, Pancar Huyu, carpas solares y otros denominados invernaderos, que en gran parte fueron generadas por Cipca, IDH, Benson Institute y otras instituciones.

Sin embargo, y de la información disponible, no se ha dado énfasis en la producción de hortalizas en invernaderos de alta tecnología que a decir verdad es un sistema industrial donde todos los factores de producción están bajo control. Es importante tomar en cuenta que este sistema de producción va incrementándose cada día y, a través de los años, se ha demostrado que los países con estaciones climáticas muy diferenciadas aprovechan lo más que pueden el cultivo en invernaderos para producir sus alimentos.

En Bolivia la producción de hortalizas mediante su cultivo en invernaderos tiene mucho potencial y podría, hasta cierto punto, reemplazar la exportación de otros cultivos por su enorme capacidad de producción y no se descuenta que muchos agricultores que migraron a otras regiones podrían volver al Altiplano y lograr su estabilidad económica y financiera.

Específicamente hablando de Oruro es importante indicar que en el Departamento de Oruro no se produce tomate, pepino y pimentón a nivel comercial y, aparentemente, a nivel familiar y, por lo mismo se puede deducir que los rendimientos de estas hortalizas son cero.

Con la implementación de los invernaderos, se podrá suplir durante todo el año de estas hortalizas a todo el Departamento y si el mercado requiere se podrá suplir hortalizas de alta calidad durante el invierno a todo el país y en particular a las regiones tropicales como Riberalta, Cobija, Trinidad, etc. que en esa época sufren de falta de disponibilidad y precios altos. Además se puede tomar en cuenta que la producción será, uniforme, sabor agradable, sin pesticidas y a precios competitivos. Este aspecto tiene un potencial enorme para el presente proyecto tanto para el comercio nacional como internacional.

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