lunes, 20 de julio de 2015

Un binomio orgánico activa progreso de 40 comunidades



La preservación de saberes ancestrales para la producción orgánica de quinua y camélidos permite mejorar la calidad de vida de 40 comunidades de Oruro y Potosí próximas al salar de Uyuni, a través de un proyecto que busca dar sostenibilidad a la producción alimentaria de esa región.

El proyecto Sistema Agroalimentario Integrado Quinua/Camélidos tiene como objetivos promover la seguridad alimentaria con soberanía en el altiplano boliviano, poner en práctica las políticas existentes a favor de la agricultura comunitaria en territorios indígenas de la zona del salar de Uyuni, y acompañar y fortalecer a organizaciones sociales y comunitarias para que incluyan su producción en mercados orgánicos de comercio justo, compras estatales y alimentación complementaria escolar.

Este proyecto se ejecuta desde junio de 2014 en 40 comunidades de Salinas de Garci Mendoza (Oruro) y de Kolcha-K (Potosí), municipios donde existen altos índices de pobreza, y concluirá en septiembre de 2016. Busca que los agricultores familiares y sus organizaciones económicas recuperen saberes ancestrales, asimilen conocimientos técnicos y socioeconómicos y apliquen buenas prácticas para la producción, acopio, transformación, distribución y consumo de quinua y camélidos.

Entre los primeros resultados destaca la revalorización de saberes locales en producción, alimentación, tejidos, artesanías y gestión del territorio. Por ejemplo, los agricultores orureños y potosinos están volviendo a la crianza de llamas para abonar la tierra y están consumiendo la quinua orgánica que producen y vendiéndola a otros municipios a precio justo.

La producción de quinua y la de camélidos son complementarias ya que ambas mantienen una relación natural que se inicia con “nuestros ancestros”, manifestó la coordinadora del proyecto Rossmary Jaldín. “Los nutrientes que tiene el abono de la llama generan mejores resultados en los cultivos de quinua. A su vez, las llamas cortan la maleza que hay en estos campos sin maltratar las plantas con sus pesuñas (...). Esos son los saberes locales que se heredan por siglos”.

Otros resultados son: la elaboración por parte de las familias campesinas de menús diversificados de ambos productos (ya no solo sopitas de quinua) para su inclusión en el desayuno escolar de las unidades educativas de ambos municipios; y la construcción de silos para almacenar el grano, cisternas de agua y huertos escolares donde “se ha podido obtener frutas como la sandía y el tomate, además de una variedad de verduras” que complementan la alimentación de los estudiantes, sostuvo Jaldín.

“La iniciativa ya presenta resultados positivos y visibles en los procesos de producción, transformación, comercialización e investigación, desde la semilla hasta el desayuno escolar, promoviendo las compras locales y el diálogo de saberes a favor de la agricultura familiar”, dijo Felice Longobardi, director de la Oficina Regional de la Cooperación Italiana en La Paz, institución que trabaja en el proyecto junto al Gobierno y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El proyecto, financiado por la Cooperación Italiana, demanda una inversión total de $us 980.000 y la articulación con instituciones públicas de los tres niveles de gobierno.

Con este trabajo “se prevé asegurar e intensificar la producción primaria de ambos productos de forma sostenible; mejorar las transformaciones de ambos, elevando su valor agregado en la región; incidir en la comercialización asociativa, en mercados solidarios, de comercio justo y productos orgánicos; y crear un ambiente institucional local favorable al desarrollo de este sistema agroalimentario”, expuso Jaldín.

Ya se ha realizado una “significativa labor de concientización e información” acerca de la importancia de llegar a sistemas productivos sostenibles que integren la producción de quinua con la cría de camélidos. “El impacto del proyecto es muy relevante en términos de seguridad alimentaria y mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades con las que se está trabajando. Asimismo, se mejoró el nivel de formación y capacitación de las familias productoras”, afirmó Longobardi.

Dos bancos de semillas

El proyecto analiza la creación de dos bancos de semillas, uno en Colcha K y otro en Salinas de Garci Mendoza, los cuales proveerán de insumos a los agricultores de ambos municipios, informó la FAO.

Gobiernos municipales garantizan el mercado

La lógica de “lo que se produce localmente se consume localmente” es lo que garantiza la compra de la producción de quinua y carne de camélidos y sus derivados en los municipios de Colcha K (Potosí) y Salinas de Garci Mendoza (Oruro).

Un primer incentivo para los productores es tener mercado en sus propias regiones, dijo la coordinadora del proyecto Sistema Agroalimentario Integrado Quinua/Camélidos, Rossmary Jaldín, quien agregó que los gobiernos municipales de Kolcha K y Salinas de Garci Mendoza “dinamizan las compras” de quinua y camélidos.

Añadió que lo que se produce en estos municipios también es comprado por las organizaciones de los “propios productores”.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación dan cuenta de que desde junio de 2014 las municipalidades compraron 15.300 kilos de quinua con Bs 650.250. El kilo de quinua graneada se comercializó a Bs 50, mientras que el grano para sopa se vendió en 35. El informe indica que existen mercados en el país para la comercialización de fibra, cuero y carne deshidratada de llama.

Corregidor: ‘Los europeos destacan este modelo’

Los países desarrollados que participan de la Expo Milán 2015 ven a la agricultura familiar sostenible como el modelo de desarrollo más adecuado para la producción de alimentos orgánicos, según un representante del municipio orureño de Salinas de Garci Mendoza que visitó la feria.

El corregidor de la comunidad de Rodeo de Salinas de Garci Mendoza, Milán Arcaine, dijo que durante su participación en la feria países desarrollados de diversas partes del mundo, pero principalmente de Europa, plantearon que este modelo solucione la crisis alimentaria mundial.

Perspectiva. “Están pensando en retroceder, dejar la comida rápida y tener una buena alimentación con productos orgánicos. Se han cansado de productos con químicos y quieren seguir el ejemplo de la agricultura boliviana”.

El labrador también agregó que en Bolivia la agricultura familiar sostenible aún es “muy artesanal”, aunque se esté desarrollando de manera correcta. “Debemos mecanizar la producción, pero sin abusar. Nosotros planteamos ingresar con una tecnología equilibrada, que no dañe los suelos”, sostuvo.


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