Henrry Ugarte Aguilera | hugarte@eldeber.com.bo
Carlos Castro Cáceres, un productor agrícola de Chuquisaca, está a punto de iniciar la cosecha de su huerto en las cercanías de Huacareta.
La expectativa por la reactivación de su predio es tan grande que prefiere dejar de lado los malos recuerdos de hace casi un lustro cuando arreciaron las plagas y las plantas sucumbieron.
Hoy, don Carlos hace los primeros cálculos del movimiento que prevé generar: con 1.400 plantas de cítricos cargadas al tope, planea despachar por lo menos 40.000 naranjas a Santa Cruz, Sucre, Tarija y Potosí.
Los dos predios que tiene la familia Castro en el Cruce de Piraimiry, una comunidad del municipio de Huacareta, segunda sección de la provincia Hernando Siles (Chuquisaca), han sido una especie de banco de pruebas de injertos y mezcla de variedades con marcado éxito.
Esta es la nueva cara de los campesinos citrícolas del Chaco chuquisaqueño, que vieron cómo su capacidad productiva se derrumbó hasta un 90% debido a la proliferación de plagas y mal uso de químicos en la variedad de frutas y granos que hay en la zona.
La creencia en la que coinciden algunos campesinos es que debido a los fertilizantes químicos utilizados entre 2007 y 2008 para aniquilar la maleza que cubría los maizales, los suelos se contaminaron y echaron a perder los huertos de frutas, por lo que las plantaciones de cítricos se vinieron abajo.
En 2009 la Asociación Sucrense de Ecología (ASE) realizó un estudio para investigar la degradación de los agroecosistemas citrícolas y su impacto en la seguridad alimentaria de las comunidades del municipio de Huacareta.
Leonor Castro, presidenta de ASE que comandó el estudio durante un año, reveló que las conclusiones de la investigación determinaron dos cosas: una mayor presencia de plagas como la llamada ‘mosca de la fruta’ y el gusano mirador, y por lo menos media docena de enfermedades en las plantas en la que la ‘gomosis’ fue la de mayor severidad e incidencia.
Además, según el estudio científico realizado por la ASE, como resultado del análisis de suelo, destinado a determinar los macronutrientes, se observó que la fertilidad de la tierra no fue un problema, sino que lo que afectó fue la contaminación del suelo con fitopatógenos y plagas insectiles.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, a punta de nuevas técnicas de manejo, implementación de químicos, fumigación y mezcla de variedades e injertos, los productores de Huacareta y sus alrededores lograron reavivar sus huertos y hoy están prestos para volver a surtir con naranja los mercados de Sucre, Santa Cruz, Tarija y Potosí.
Hasta antes de 2008 los productores citrícolas de Huacareta despachaban hasta 250 camiones cargados de naranjas. Hoy, si bien todavía no se llega a esta cantidad, la producción de la campaña 2012 es propicia para hacer los primeros ensayos y volver a entusiasmarse.
En Huacareta y sus alrededores las 100 unidades de naranja se venden entre Bs 20 y Bs 25 por cantidad, puestos en el campo de producción y dependiendo del tamaño.
Don Agapo Vicente, un comunario de Cerrito, también en el Chaco huacareteño, dice que surtió su huerto con mandarina y pomelo y a más tardar hasta el 15 de junio comenzará a cosechar.
Mientras don Carlos Castro afirma que venderá toda su producción de naranja a los intermediarios que llevan a Santa Cruz “porque son menos regateadores que los sucrenses y potosinos”; don Agapo Vicente sostiene que las preferencias no cuentan y que él venderá al que más pague por su cosecha.
La extensión territorial del municipio de Huacareta es de 2.973 kilómetros cuadrados, con una población aproximada de 10.500 a 12.000 habitantes. Si bien no existe un dato preciso sobre la cantidad real de productores citrícolas, se cree que la mayor parte se dedica a la agricultura combinando las frutas con el maíz, frejol, maní, ají, entre otros.
La referencia productiva de esta zona del Chaco chuquisaqueño sigue siendo la naranja, pero la grey, mandarina, lima, limón y quinoto también destacan.
A los mercados de la capital cruceña, sobre todo al Abasto, principal centro de abastecimiento, llegan cítricos de varias zonas, entre ellas de Chapare, que de un tiempo a esta parte intentó copar el mercado.
En Santa Cruz, la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas (Asofruth) maneja datos relativos a la producción de cítricos en el departamento, porque aún no se ha consolidado un censo de los agricultores y menos una cantidad aproximada de rendimientos expresada en porcentajes como el que realizó la Gobernación cruceña con el sector ganadero.
Sin embargo, en Asofruth estiman que en el departamento de Santa Cruz existen alrededor de 23.000 hectáreas de producción de cítricos, entre naranja, mandarina, lima, limón y grey, además del fruy, una nueva variedad injertada en el norte cruceño.
Las zonas productivas de cítricos por excelencia son La Guardia, El Torno, San Julián, San Juan y Yapacaní.
La variedad a buen precio en Santa Cruz
El mercado Abasto es la referencia de las frutas de la época. En este ingreso del invierno la naranja y la mandarina tienen una salida cuantiosa al por mayor y menor.
Felicia Espinoza, una vendedora de fruta del Abasto, clasifica los cítricos de acuerdo a la procedencia.
Por ejemplo, dice que la variedad de mandarina llamada Incor, también conocida como ‘zapallito’, llega de San Juan y de Yapacaní.
En cuanto a la mandarina más grande (japonesa), la traen de Buenavista, San Julián y otra cantidad de La Guardia y El Torno; en ambos casos las 100 unidades oscilan entre Bs 30 y Bs 35.
En lo que concierne a la mandarina más pequeña, conocida también como ‘cambita’, llega de Porongo y se vende a Bs 22 las 100 unidades.
Respecto a la naranja, Rosaura Soto, vendedora del mercado Abasto, dice que por el momento está llegando de Yapacaní, San Julián y de Chapare (Ivirgazama).
Dependiendo del tamaño, esta fruta se vende entre Bs 30 y Bs 35 las 100 unidades.
Testimonios y movimiento económico
“Harto hemos sufrido para recuperar las huertas, porque la humedad y la aparición de plagas acabó con las plantas de naranja y mandarina. Ahora estamos bien y estoy segura que para el año volveremos a sacar fruta en gran cantidad a todas las ciudades del país”. Virginia Romero (productora citrícola de Huacareta).
“Además de los problemas en las huertas, también hemos sido perjudicados por la falta de buenos caminos para sacar la producción a los mercados de la ciudad. Ojalá que esto mejore para bien de todos”. Fabián Miranda (agricultor de la comunidad Sausalito).
Con ocasión del aniversario del departamento, el 25 de mayo, la Gobernación de Chuquisaca, en coordinación con el Gobierno nacional, entregó 13 puentes construidos en los caminos rurales de las provincias Hernando Siles y Luis Calvo. La mayoría de la infraestructura civil beneficiará a las comunidades cercanas a Monteaguado y Huacareta.
Intenso es el movimiento económico que genera la comercialización de cítricos en la ciudad de Santa Cruz. Por ejemplo, la fruta que llega de Porongo,
La Guardia y El Torno se vende por mayor desde las 5:00 en la avenida Grigotá, zona del mercado La Ramada. La naranja y la grey son las más cotizadas, sobre todo por los ambulantes en carritos que venden zumo.
Los ambulantes que recorren las calles de la ciudad, en esta época del año tienen buenas ventas. “La entrada del invierno y la prevención de resfríos hacen que la gente consuma zumo de naranja. El vaso chico cuesta Bs 3 y el vaso grande Bs 5”, dijo una vendedora que pidió reserva de su nombre.
En lo que se refiere al limón, tres son las variedades que más se comercializan en los centros de abastecimiento: limón mandarina, que lo compran para sazonar y acompañar comidas; limón verde de licuar, que lo llevan en gran cantidad las heladerías y restaurantes; y el limón amarillo, que lo compran con preferencia las amas de casa.
El limón amarillo llega del Carmen Rivero Torres y de la zona de Porongo. Cuestan entre Bs 22 y Bs 25 las 100 unidades. La lima, que se comercializa en menor cantidad, se vende a Bs 18 y la grey a Bs 30 las 100 unidades.
Los cítricos se venden al por mayor en el mercado Abasto y desde allí se lleva a otros mercados de la ciudad. Hay un movimiento económico importante también para los transportistas.
“Las frutas de Santa Cruz son más resistentes”
Nué Morón, Pdte. Asofruth
El mercado cruceño es muy atractivo para los productores de cítricos de los valles chuquisaqueños y de Chapare, que ven en el conjunto de consumidores a sus potenciales clientes y de rápido acceso. Sin embargo, la producción de cítricos del departamento de Santa Cruz es más resistente y aguanta mayor tiempo una vez que termina la cosecha.
La gran diferencia en los tres ejemplos de estas zonas productivas es la humedad que hay en los suelos.
Más allá del tamaño, color y sabor de la fruta, además del precio que en cierta época es casi uniforme, lo que llega a Santa Cruz de otras regiones tiende a fregarse rápido, ya sea por la cuestión climática o por las condiciones de manejo.
Un repunte interesante de producción de cítricos se está dando en la zona norte del departamento, sobre todo la provincia Ichilo, y el despegue rumbo a la consolidación como tierras productivas en el este, en regiones como San Julián y San Ramón.
Por lo general los precios del mercado mayorista varían poco, pero cuando crece la cadena de intermediarios y se vende al por menor, las frutas suben de precio; lo bueno es que hay en abundancia.
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