El genoma del tomate común, Solanum lycopersicum, fue descifrado por un consorcio internacional de unos 300 científicos pertenecientes a 94 laboratorios de 12 países, entre los que figura la Argentina.
Los resultados, publicados en la revista Nature, permiten avizorar nuevas estrategias para mejorar el sabor, la calidad nutricional o el tiempo de conservación en góndola del fruto: un cultivo del que se producen casi 150 millones de toneladas por año en el mundo.
La importancia. "Conocer la secuencia del genoma redundará en identificar los genes que intervienen en los mecanismos de producción de compuestos que son esenciales para la dieta humana, tales como varios aminoácidos y vitaminas", señaló el líder del grupo de científicos que representa a la Argentina, el doctor Fernando Carrari. En el proyecto participaron laboratorios de la Fundación Max Planck (Alemania), la Universidad de Cornell (Estados Unidos), el Instituto Weizmann (Israel) y el Museo Británico de Historia Natural./
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