Al referirse al futuro de las exportaciones de productos de oleaginosas como el girasol y otros productos de esta cadena productiva, la CADEX Cámara Agropecuaria de Comercio Exterior, a través de un informe, afirmó que existen las condiciones técnicas y económicas para hacer posible esta medida y con la liberación definitiva de los permisos de exportación, lo cual esperen se dé pronto, porque el sector productivo, “de ninguna manera es deficitarios”, en el caso del girasol y por tanto su exportación no significa ninguna amenaza a la seguridad alimentaria del país.
Está totalmente comprobado, que el mercado interno solamente consume el 10% del girasol que Bolivia puede producir, por tanto hay un 90% de excedentes que se dedican a la exportación.
En febrero de este año, la CADEX ha realizado la solicitud al gobierno del levantamiento de las medidas de control a las exportaciones para este sector, puesto que el productor necesita tener la certeza de que sus productos tendrán mercados para venderse.
El sector productivo está preocupado también, por la situación del acopio que afecta a todos los sectores productivos, puesto que los silos se encuentran llenos en su mayoría y aun hay maíz por cosechar, por lo que se debe agilizar la exportación del mismo y de otros productos, como ser soya y brindar las condiciones logísticas necesarias para hacerlo de la forma más eficiente.
Las exportaciones de derivados del girasol, aportan valor agregado a nuestra oferta exportable no tradicional y en esta transformación, se crean empleos en toda la cadena productiva. La exportación incide en la mejora de la situación productiva en el país, puesto al existir un mercado más amplio, se incentiva a que se siembre más y con el apoyo a la gestión productiva, se garantiza la seguridad alimentaria y se equilibran los precios de forma natural en el mercado interno.
Por otro lado, exportar el aceite con valor agregado, es más eficiente que hacerlo en grano, pues el alto volumen del grano, con relación a su peso origina un alto costo del flete. Además, precisó que existen buenas oportunidades para su exportación, dado los buenos precios en los mercados tradicionales, que desde pasados años han venido generando rentabilidad para el país.
Desde el 2008, año en que se establecen las medidas restrictivas, las exportaciones de girasol y sus derivados han venido soportando un decrecimiento tanto en volumen como en valor. Los ingresos por la venta internacional de este bien, cayeron en un 39% durante el 2011, alcanzando los 75 millones de dólares, menos de la mitad de las ventas de 2008. En volúmenes las ventas del 2011 fueron 55% menos.
Por otra parte, con respecto a la producción de maíz, está claro que hemos mejorado nuestra producción, puesto que hemos tenido mejores condiciones climáticas que el pasado año. La liberación de más cupos para exportar es una buena señal, pero debemos llegar a la liberación completa de las exportaciones de este rubro, apoyar en la apertura de los mercados ya perdidos y estimular la producción.
Para apoyar a los sectores, es necesario que el estado genere mejoras en el acceso a insumos y tecnología, infraestructura para el transporte, almacenamiento y agilización de trámites aduaneros a través de ventanillas únicas.
Además, urge coordinar acciones con la Aduana Nacional de Bolivia, a fin que los camiones que traen importaciones y que deben volver al circuito exportador, no sean retenidos innecesariamente en los recintos aduaneros. Esto viene a afectar a todos los rubros productivos.
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