La importación de fruta para el consumo interno tuvo un impresionante crecimiento en el país durante la última década, habiendo pasado de 4 millones de dólares en 2003 a 19 millones hasta noviembre de 2013, según informó Jimena León Céspedes, jefa de la Unidad de Estadísticas del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Dijo que el volumen se duplicó de 20.000 a 42.000 toneladas durante dicho período, lo que significa un incremento del 397 por ciento en términos de valor, y 113 por ciento de crecimiento relativo en materia de volumen en dicho lapso.
El vertiginoso crecimiento del valor de las importaciones de frutas, se ve altamente influenciado por los precios internacionales de estos productos, lo que nos hace ser más vulnerables en cuanto al abastecimiento de frutas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas ( INE), las principales frutas que Bolivia importó durante enero-noviembre de 2013 fueron las manzanas por más de 12 millones de dólares, almendras 2 millones, peras, uvas, kiwis, duraznos, ciruelas.
El país compró frutas de un total de 18 países, el principal proveedor fue Argentina que abasteció con el 54 por ciento del valor total, seguido de Chile con un 31 por ciento y Brasil 12 por ciento.
Apoyo del Estado
Según Jimena León, para reducir las compras de frutas desde el exterior sería bueno dar incentivos a los agricultores nacionales para mejorar la productividad en el país y, sobre todo, lograr nuestra plena autosuficiencia alimentaria a una escala tan amplia que se generen saldos exportables, con los que se pueda alimentar al mundo.
Según un estudio de Identificación, Mapeo y Análisis Competitivo del Gobierno, los productos nacionales frutícolas tienen una fuerte competencia con los importados, tanto en fruta fresca como en deshidratados y productos transformados. Asimismo, otra de las principales dificultades que enfrenta la producción nacional es la marcada estacionalidad de la oferta de fruta fresca (entre enero a abril), mientras que la oferta chilena y argentina es de 8 a 10 meses.
También señalan que entre los factores limitantes están la falta de infraestructura de almacenamiento como cámaras de frío para prolongar la oferta de fruta y los precios de los productos importados son menores que el de los productos nacionales; asimismo, se puede mencionar que otro aspecto que influye de manera negativa en la comercialización de la producción nacional, son los sistemas de empacado y transporte.
Mercados internos
Las principales ciudades que demandan las diferentes especies de fruta son La Paz, Cochabamba y Santa Cruz; sin embargo, esto no quiere decir que en las demás ciudades la demanda no sea significativa. En la actualidad, la producción nacional de fruta cubre una parte de la demanda total existente en el país, la demanda restante o insatisfecha es cubierta por la importación, la misma que afecta a la economía de las familias productoras y por ende, a la economía nacional.
El valor total de la producción de frutas de valles (de cinco especies), alcanza a 21.252.019 de dólares con precios de los productores; 46.462.011 de dólares con precios de los detallistas y 25.209.992 de dólares según precios obtenidos en el eslabón de comercialización.
Estos son montos importantes para la economía de las familias productoras y otros actores, cuyo ingreso principal es por la producción y actividad relacionada con frutas de valle.
La producción de frutas de valles está localizada en 5 zonas agroecológicas: Valles Cerrados, Valles del Norte, Valles Mesotérmicos, Valles Centrales y Valles del Sur. La mayor parte de los productores frutícolas son pobres y para la producción invierten sus escasos recursos.
Sin embargo, el aporte al PIB nacional es desde 0,34 por ciento (Santa Cruz) hasta 27,67 por ciento (Tarija) por concepto de la producción frutícola.
APUNTES
• Existen rendimientos muy variables por cada especie frutícola, las que están sujetas a factores tecnológicos y ambientales (clima, plagas y enfermedades).
• Los sistemas de producción tienen sus peculiaridades en cada una de las zonas agroecológicas, principalmente en la producción de diferentes variedades en cada especie frutícola.
• La producción de plantines actualmente no satisface la demanda de los productores ni en cantidad ni calidad.
PROGRAMA NACIONAL
Gobierno busca potenciar producción de fruta en el país
El viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, informó que este año se lanzará un programa para ampliar la producción de frutas en el país, con una inversión inicial de 10 millones de dólares.
Vásquez explicó que en 2014 lanzarán un programa de incentivo a las frutas que tendrá cinco componentes.
Dijo que el primer componente comprende la capacitación y asistencia técnica en el manejo de frutales, la adquisición y dotación de plantines de calidad y la capacitación en postcosecha de frutas.
Asimismo, Vásquez dijo que en el segundo componente se realizará un estudio de preinversión para localización, dimensionamiento y la implementación de microplantas de transformación de frutas y almacenamiento de producto.
En tanto el tercer componente se refiere a la promoción de venta y el cuarto a la capacitación administrativa y organización sustentable.
SEGÚN UN ESTUDIO DE LA FAO
Prevén producir 82 millones de Tn de fruta en el mundo
Redacción Central
La producción mundial de fruta tropical alcanzará 82 millones de toneladas en 2014, según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Esta cifra representa un incremento anual del 1,7 por ciento respecto al período base (2004). El 78 por ciento corresponde a frutas principales (mango, piña, aguacate y papaya) y el 22 por ciento a las secundarias (lichi, rambután, guayaba).
El 90 por ciento de las frutas tropicales se producen en países que están en vías de desarrollo. Sin embargo la evaluación del comercio internacional de esas frutas es difícil de cuantificar actualmente. Lo que sí está claro para el organismo internacional es que la producción de fruta tropical contribuye a generar empleo, aumentar la renta de los agricultores, a la seguridad alimentaria y a reducir los niveles de pobreza.
En general, las perspectivas de demanda de fruta tropical fresca son favorables porque se prevé que el volumen de las importaciones de las principales (mango, aguacate, papaya y piña) aumente un 24 por ciento.
Los pronósticos indicaban que en 2013 las compras ascenderían a 3,6 millones de toneladas y de ellas, 2,6 millones (81 por ciento) se destinarán a mercados de países desarrollados. EEUU y la Unión Europea acaparan el 70 por ciento de las importaciones de fruta tropical, por delante de Japón.
El mercado de las frutas tropicales ha evolucionado mucho y en estos momentos, su precio -siempre más alto que el de la fruta tradicional- no se basa en la novedad sino en la calidad del producto. Lo que no ha cambiado es la incidencia del coste del transporte en el valor final de la fruta. En ese sentido, los incrementos de precio del petróleo redundan en un menor margen de beneficio para los países productores.
En 2014, las proyecciones de la FAO indican que la demanda crecerá, aunque no con cifras tan espectaculares como las obtenidas en la última década. La calidad de la fruta y no el precio marcará en el futuro la elección de los países importadores.
La calidad marca la diferencia en un mercado global cada vez más abastecido.
Por ello, las exportaciones estarán condicionadas por las inversiones que los productores realicen en I+D+i, en la mejora de los tratamientos postcosecha, en almacenamiento y transporte en frío, así como en logística.
ANTECEDENTES
Contrabando frena la producción
Los principales puntos críticos identificados tienen que ver con el poco o ningún control del contrabando de fruta por parte del Gobierno, la falta de condiciones de créditos más accesibles para las características de la producción frutícola, superar las limitaciones de investigación e innovación tecnológica, romper con la estacionalidad de la oferta de fruta nacional y la concertación y definición de alianzas estratégicas entre actores que intervienen en la cadena con el Estado.
Innovación tecnológica
Sin duda, existen numerosos problemas en cada uno de los eslabones identificados, en la cadena productiva de frutas de valles, y sus causas son varias que se deben a condiciones que tienen que ver con los mismos actores, con decisiones de Gobierno (políticas, estrategias, programas) y con las condiciones del comportamiento climatológico.
En base a estos problemas se plantean innumerables demandas tecnológicas que deben ser consideradas por los niveles de gobierno según su dimensión y posibilidades financieras.
Sin embargo, en varias comunidades o municipios, se están generando innovaciones tecnológicas que están mejorando los procesos tecnológicos y mejorando la calidad y cantidad de los productos finales a ser ofertados tanto en el mercado local, nacional o de exportación.
Lo importante es difundir estas innovaciones tecnológicas a través de intercambios de experiencias entre productores, para posibilitar diálogos tecnológicos y generar nuevas tecnologías en todos los eslabones, sin que esto implique que debe existir un importante proceso de investigación científica y aplicada y cuyas demandas sean generadas por los principales actores de cada eslabón.
Otro factor que puede limitar la exportación de fruta tropical es el fitosanitario.
Los importadores exigen el cumplimiento de una serie de requisitos sanitarios y de seguridad alimentaria que condicionan la entrada de fruta tropical en sus mercados.
Aún así, los agricultores locales (especialmente europeos) aseguran que los incumplimientos de los protocolos por parte de los exportadores son constantes. También denuncian deficiencias en el control del etiquetado y la trazabilidad.
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