Los productores asociados de la Federación Departamental de Productores de Algodón (Fedepa) realizaron pruebas técnicas en campos con semillas transgénicas, durante dos años, y sólo queda por trabajar durante una campaña más para ver los resultados.
El presidente de Fedepa, Juan Campero, indicó que una los componentes del sector algodonero para ampliar la producción de algodón, y que será planteado en la Cumbre Agropecuaria, es el referente a investigación y el tema de semillas de algodón genéticamente modificadas OMG.
BIOSEGURIDAD
Campero informó que la institución viene trabajando en el uso técnico de transgénicos desde hace dos años. “El Gobierno está consciente que los transgénicos es una necesidad para los productores de algodón, pero está esperando que podamos completar un año de prueba de campo de algodón con semillas transgénicos para ver su efecto”, afirmó.
Campero agregó que los productores algodoneros son los únicos que han hecho pruebas técnicas con transgénicos en campo, acciones que fueron supervisadas por el Comité de Bioseguridad durante dos años, pero el sector no pudo completar un año de trabajo para validar las pruebas porque, los sectores sociales del occidente impidieron concluir el trabajo en campo, dijo.
Asimismo indicó que la Fedepa tiene la documentación de todo el trabajo realizado durante los dos años, que fue presentado al Gobierno; lo que hace pensar que aprobará el ingreso de semillas de algodón genéticamente modificadas, que permitirá obtener grandes ventajas a los productores como ocurre en los países vecinos que ya trabajan con transgénicos en el algodón.
RENDIMIENTO
El rendimiento promedio de algodón que obtienen los productores pequeños es de 10 a 12 quintales de fibra de algodón por hectárea y en medianos productores de 15 a 20 quintales. En la gestión 2014 se cultivaron 1.800 hectáreas de algodón y el país requiere 20.000 hectáreas para cubrir la demanda de las industrias.
PLAGICIDAS
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui), Benjamín Guarachi, demandó al Gobierno generar tecnología orgánica capaz de controlar las plagas en los cultivos de quinua para mejorar la productividad.
“Hasta este momento cuando las plagas entran (a los cultivos) no hay (quién las detenga), sólo hay repelentes que son nuestras mismas plantas que tenemos en la región, pero no es suficiente, tal vez esto hay que elaborarlo tecnológicamente para controlar y eliminar las larvas”, manifestó Guarachi a Erbol.
El dirigente dijo que presentarán esta propuesta en la cumbre agropecuaria, que organiza el Gobierno, ya que podría mejorar el rendimiento por hectárea del cultivo. Agregó que ellos proveerán de la materia prima (plantas repelentes) para la elaboración del producto “que pueda garantizar una producción ecológica” ya que no debe contar con químicos. Juan Pablo Seleme, presidente de la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua y Productos Orgánicos – (Cabolqui), dijo hace poco que los productores del altiplano sur actualmente utilizan plaguicidas y que la tierra podría presentar un agotamiento prematuro por la sobreexplotación a la que está siendo sometida. La cámara es una organización sin fines de lucro que busca desarrollar el conjunto de los actores de la cadena quinua y de otros productos orgánicos, promoviendo la producción orgánica, la responsabilidad social y ecológica y el desarrollo de los pequeños productores campesinos.
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