En 60 días se registró el ingreso de 1,5 millones de cajas de uva

La uva de mesa legal que proviene del Perú, Argentina y Chile genera pérdidas millonarias que superan los 16 millones de dólares por año. Desde diciembre de 2014 a enero de 2015, por los pasos fronterizos de los tres países vecinos se registró un millón y medio de cajas que fueron importadas con sus permisos correspondientes. Sin embargo, la Asociación Nacional Vitivinícola (Anavit) solicitó al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) frenar la importación por el lapso de 120 días, petición que fue aceptada para favorecer a los productos del mercado nacional.

Para los viticultores del país, la uva que proviene del Perú es la que genera mayor cantidad de pérdidas económicas, esta no tiene restricciones para su ingreso porque el país vecino está libre de la polilla del racimo de la vid o lobesia botrana, por lo que su importación es segura. La situación es diferente con la uva chilena y argentina, estas tienen muchas más restricciones por estar afectadas por la plaga señalada y por tanto los requisitos son mucho más complejos para lograr la importación del producto al mercado interno.
El presidente de Anavit, José Sánchez, informó que tanto Chile como Argentina lograron cumplir con los requisitos interpuestos con el Senasag, por lo que se aprobó la importación, pero remarcó el acuerdo asumido con los importadores de uva, quienes aceptaron hacer un alto temporal a la importación. Por la vía legal se superó el millón y medio de cajas que entraron con toda su documentación fitosanitaria de respaldo.
“Estas uvas que vienen del extranjero no son de exportación, son uvas de desecho, son uvas de descarte –dijo Sánchez–. No podemos competir los bolivianos con este tipo de productos”.
La caja de uva, en promedio estaba en 250 bolivianos, pero el ingreso de uva de contrabando y de forma legal bajó el valor a 120 y 100 bolivianos. La merma de ingresos afecta a las familias productoras, ya que una buena parte trabaja con créditos bancarios.
El coordinador departamental de Sanidad Vegetal del Senasag, Aldo Condori, explicó que en el caso de la Argentina, los importadores de uva de mesa cumplieron con todos los requisitos fitosanitarios para la importación de este producto.
Tan sólo en enero la institución regional Tarija registró el ingreso de al menos 600 toneladas de uva del vecino país de la Argentina y en menor cantidad la que proviene de Chile y Perú, este producto se queda en los departamentos más próximos, los registros de las cantidades exactas los manejan el Senasag de La Paz y Potosí.

Control
Sin embargo, existe otra cuantiosa cantidad que ingresa de contrabando y para ello se inició con el control minucioso en los puestos de control del Senasag.
Anavit, con el apoyo del Centro Nacional Vitivinícola (Cenavit), Proyecto Múltiple San Jacinto, la Subgobernación de Uriondo, ha gestionado la contratación del personal, quienes harán el control social en los pasos fronterizos desde Perú, Chile y Argentina con el objetivo de evitar el ingreso de uva de contrabando. Las siete personas contratadas ya fueron capacitadas por el Senasag para que coadyuven al personal de la institución en su tarea de controlar el ingreso de uva de los vecinos países.
Desde el 1 de febrero y por el lapso de tres meses estarán al pendiente de evitar la internación de uva ilegal al mercado nacional.



El consumo de la uva nacional es de un 48 %

Según un estudio presentado por el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García, el consumo de uva nacional alcanza a 48 por ciento, que en cifras representa $us 19 millones, pero se importa 14 por ciento, que genera una erogación de $us 6 millones y 38 por ciento viene del contrabando; pérdida para el Estado.
El 80 por ciento de productores de uva en Bolivia son pequeños campesinos. Los cuales son afectados por la importación ilegal del fruto, e ingresan al país sin ninguna garantía y se expende en los mercados del territorio nacional, y evaden impuestos.