Algunas de las compañeras han estado llorando”, cuenta la vicepresidenta de la Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia (Fecafeb), Susana Lima, que manifiesta que los ingresos de los productores se vieron mermados porque tuvieron de abandonar contratos de exportación de café, ya que no pudieron producir lo suficiente.
Los cambios de temperatura y las lluvias intempestivas provocadas por el cambio climático han reducido la producción del grano de los cafetales de Yungas de La Paz.
Los granos cosechados son envasados en bolsas de yute, cada una de estas bolsas tienen una capacidad para 50 kilos.
Una hectárea de café puede producir alrededor de 25 sacos, pero en la gestión 2014 sólo se logró un promedio de seis sacos por hectárea, según los datos estimados del encargado regional de Caranavi de la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (Aopeb), Edgar Alanoca.
El cambio climático ha ocasionado modificaciones en el ecosistema. En el caso de las parcelas de café, se ha incrementado la temperatura entre uno o dos grados centígrados. Este aumento ha provocado que la planta de café desarrolle en mayor intensidad una fitohormona llamada etileno. Esto hace que las membranas de las hojas adelgacen y acelere el envejecimiento de los tejidos del cafetal, lo que provoca una floración continua y que “no haya buena cantidad de frutos”, explica Alanoca.
Para mitigar esto, Aopeb estuvo combinado los cultivos de cafetales con forestales caducifolias, que son plantas altas que renuevan constantemente sus hojas, aportando sombra, nitrógeno y materia en descomposición que los cafetales necesitan.
Por otro lado, el año pasado, en el norte de La Paz, hubo intensas lluvias durante la época de floración de los cafetales, lo que ocasionó que se detenga el crecimiento de las flores y no se obtengan frutos.
Baja la exportación
Según explica Lima, “hace años, se exportaba 164 mil sacos (de aproximadamente 50 kilos) y hemos ido bajando sucesivamente a 100 mil sacos. El anteaño pasado hemos producido 75 mil sacos”.
Respecto a la exportación del año pasado, la Fecafeb aún no tiene datos exactos, pero Lima estima que la exportación sólo llegó a 40 mil sacos.
Muchas de las organizaciones afiliadas a Fecafeb no pudieron alcanzar ni la mitad de los volúmenes de sus contratos de exportación.
A estos problemas también se suma la antigüedad de algunas de las plantas de café, ya que algunas ya tienen hasta 40 años. Esto, además, implica un desgaste del suelo.
La productividad de los cafetales antiguos de es 40 quintales por hectárea en contraste a los 500 que los plantas más jóvenes producen.
Entonces, se necesita abonar los suelos y renovar los plantines, pero todo eso implica costos que, según Lima, los productores por sí solos no pueden asumir.
Problemas con la coca
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) ,junto con Fecadeb dotará durante la presente gestión alrededor de un millón de plantines a los pequeños productores que ya tengan listos sus chacos, según anunció el presidente de Fecadeb, Eugenio Vilca.
Según el proyecto se pretende plantar alrededor de 4 mil plantines, los cuales, sin embargo, comenzarán a dar frutos buenos en tres años.
Este panorama hace que algunas familias productoras se apoyen económicamente con cultivos alternativos de coca, ya que este último producto tiene buen precio y se lo puede cosechar cada tres meses, a diferencia de los cultivos de café, que se cosechan anualmente.
Sin embargo, los cocales, entre los múltiples problemas legales, acarrea un efecto ecológico sobre el café. Alanoca explica que algunos productores abonan con químicos las parcelas de coca, los cuales son arrastrados por la lluvia a los campos de café. Esto causa problemas con la certificación de café como producto orgánico, por lo que Aopeb trabaja para que en lugar de abono químico se use un producto orgánico líquido.
Café de altura
• Los Yungas de La Paz producen café orgánico de grano verde, también llamada Arábica de Altura.
• Al menos el 95 por ciento de café producido en Bolivia proviene de La Paz, según la Asociación de Cafés Especiales de Bolivia (ACEB).
• La gestión pasada, Bélgica fue el país al que más se exportó café, seguido por Estados Unidos, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
• El café, después del petróleo, es la materia prima que más divisas mueve en el mundo.
PALLIRIS
Selección manual
• Tras la cosecha, las comunidades productoras despuntan los granos de café para luego lavarlos y secarlos.
• Los granos, sin embargo, no son secados completamente, pues mantienen una humedad de al menos 15 por ciento, para luego ser una vez más secados en la ciudad de El Alto, aprovechando su ambiente seco.
• Luego, los granos son seleccionados por “palliris”, mujeres trabajadoras, dedicadas a separar los granos de las cascarillas y los palillos.
• Alrededor de 30 mujeres son contratadas por las asociación de cafetaleros. La selección de un quintal de café demora un día.
PESE A LOS PERCANCES CLIMÁTICOS
Cafetaleros proyectan una producción de medio millón de sacos para 2020
Pese al cambio climático, las exportaciones del sector cafetalero generaron más de 16 millones de dólares durante la gestión 2014, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
El volumen de la exportación en la pasada gestión fue de más de 3,5 millones de kilos, que representan alrededor de 75 mil sacos de yute (en los cuales se exporta), que pesan 50 kilos cada uno.
Sin embargo, el volumen de la exportación de inicios de decenio fue de más 4,5 millones de kilos. Según los productores, este descenso está directamente relacionado con la baja de su producción.
Pese a los percances climáticos y económicos, la Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia (Fecafeb) se ha trazado incrementar su producción a medio millón de sacos para el año 2020, manifesta la vicepresidenta de Fecafeb, Susana Lima.
El año pasado, la Federación realizó un festival de café en la población de Caranavi con el objetivo de reunir a las autoridades municipales de todos los lugares donde se produce café. Gracias a este encuentro, se logró formular un pronunciamiento en favor al sector, cuenta Lima.
Siete temas componen este pronunciamiento, entre los que se encuentra apoyar a la producción, comercialización, transformación del café y área social e institucionalización del sector cafetalero.
Plan de desarrollo
Por otro lado, la ejecutiva manifesta que la gestión pasada el sector presentó un Plan Productivo al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, en la que los productores pedían alrededor de 112 millones de bolivianos para invertir en los procesos de producción, como abono y plantines, transformación del producto y estructuras.
Este plan también incluye la dotación de una máquina seleccionadora de granos de café, que tiene un lector óptico de los granos.
Este aparato agilizaría la entrega de productos, manifiesta Lima, puesto que la selección que se hace ahora es manual y lenta.
Con este sistema, hacen falta 20 mujeres para seleccionar un quintal de café por día, lo que ocasiona que a veces no se pueda cumplir los plazos de entrega de pedidos, que son de aproximadamente 380 quintales.
Para seleccionar esta cantidad, las trabajadoras tardan al rededor de un mes. “Es el cuello de botella para el sector”, afirma. “En el Ministerio dicen no hay dinero”, asevera Lima.
Sin embargo, asegura que el Ministerio ofreció una planta procesadora para el café. “Nosotros hemos dicho bienvenida, pero si no tenemos café, qué cosa vamos a transformar”, señala.
Lima considera que si se emitiera un Decreto Supremo en favor del sector cafetalero sería más sencillo pedir presupuesto para la ejecución de programas.
Añade que el dinero que el sector genera en la exportación de su producto debería invertirse para generar más producción, lo que redundaría en más divisas.
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