La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) identificó áreas agrícolas que pueden ser utilizadas para cultivos destinados a la producción de biocombustibles, lo cual puede ayudar a la reducción de la importación y subvención de carburantes fósiles.
“Hemos identificado zonas donde se puede producir para biocombustibles sin afectar los cultivos alimenticios”, dijo ayer el presidente de esa organización, Demetrio Pérez, quien explicó que hay conversaciones con el Gobierno con miras a iniciar proyectos agrícolas para ese fin.
Señaló que el plan consiste en generar fuentes de trabajo en esos lugares, entre ellos áreas donde crece jatropha u olivo, “que está más en (la provincia cruceña de) Guarayos”.
El olivo, según explicó, es una planta natural y que no se está aprovechando al máximo. “Tomando en cuenta el déficit de combustibles que tenemos, de esa manera podemos aportar en la reducción de la importación del combustible”.
El próximo año, según datos del Gobierno, el país destinará 1.060 millones de dólares para subvencionar el precio interno de diésel oil, la gasolina y el Gas Licuado de Petróleo (GLP). Además, la Agencia Nacional de Hidrocarburos afirma que cada fin de año al menos el 50% del diésel es destinado a la producción.
Pérez informó que su sector sostuvo reuniones de intercambio de experiencias con empresarios argentinos, quienes desean instalar plantas de producción de biocombustibles en Bolivia. “Quieren instalar sus empresas, teniendo en cuenta los excedentes que tenemos por ejemplo en soya, en girasol. Son dos millones de toneladas excedentarias que tenemos y exportamos”, aseguró. (NV)
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