La producción de maíz cayó hasta en un 90 por ciento en algunos municipios del Chaco chuquisaqueño, a causa de la sequía. Es el caso de Macharetí, donde los guaraníes apenas recuperaron un 10% de lo que sembraron, según sus autoridades que llegaron a Sucre.
Tras un encuentro con dirigentes del pueblo guaraní, el gobernador Esteban Urquizu prometió ayer, por segunda vez, que con o sin ayuda del Gobierno Nacional los productores de maíz recibirán apoyo con la dotación de semillas.
“Con o sin el Ministerio vamos a comprar semillas. Ahora definimos (la compra de) los 800 quintales de semilla que nos hemos comprometido para las familias que fueron afectadas con casi el 90% de pérdida en su producción”, dijo la autoridad.
“Nuestro compromiso va adelante con el pueblo guaraní”, insistió Urquizu al destacar la “coordinación orgánica” que tiene con los indígenas para coadyuvar en las demandas.
Por su lado, el representante de la Capitanía Zona Macharetí, Crispín Rojas, sostuvo que este año “hemos sufrido una pérdida del 90% en todo lo que concierne al maíz” y que “ese 10% que hemos recuperado no nos ha servido para nada. Es una pena”, lamentó.
Rojas explicó que en su Capitanía hay 15 comunidades que labran por lo menos 1.000 hectáreas de tierra, sobre todo para obtener de 80 a 90 quintales por hectárea.
“Nosotros como pueblo guaraní sobrevivimos de la producción del maíz, claro que ese es nuestro principal trabajo además de la apicultura que todavía la desarrollamos en poca escala”, añadió.
Los productores guaraníes, sin embargo, mantienen la esperanza de que en noviembre empiecen las lluvias y por consiguiente la época de siembra para así cosechar a partir de mayo del próximo año.
Según los dirigentes, la cooperación del Gobierno al Chaco se concentró en la reactivación de la actividad ganadera y no tanto en atender a las familias de agricultores que todavía esperan una mayor ayuda, sobre todo con la distribución de alimentos.
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