La autorización del uso de semillas genéticamente modificadas, también conocidas como transgénicas, pasa por la decisión del Comité Nacional de Bioseguridad, informó ayer el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico.
“Nosotros, en nuestra Constitución Política del Estado, propugnamos la producción orgánica y ecológica, sin embargo, por las demandas especialmente de la productividad se ha autorizado hace muchos años la utilización de semilla transgénica en la soya y ahora hay una demanda para autorizar las del maíz, tenemos que evaluar”, manifestó al término del gabinete ministerial.
Cocarico aclaró que la autorización de la autorización de semillas transgénicas de maíz, como lo solicitaron los empresarios bolivianos, no es competencia de su Ministerio sino el Comité de Bioseguridad.
El titular de Desarrollo Rural y Tierras manifestó que Bolivia es un territorio conocido mundialmente por su producción orgánica del maíz y si se incorpora la semilla transgénica se correría el riesgo de perder esa característica, que es como un patrimonio de la biodiversidad productiva del país.
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