martes, 9 de octubre de 2012
Boca de sapo o de dragón
Esta planta es muy común en nuestros parques, plazas y jardines de nuestra ciudad. Es originaria de las regiones del Mediterráneo donde crece en estado silvestre.
Existen dos variedades unas que alcanzan los 90 cm. de altura y unas bajas que no rebasan los 25 cm. No soportan los fríos extremos, y por esta razón sólo pueden crecer en lugares templados. Presentan un enorme número de coloridos (blanco, amarillo, anaranjado, castaño, rosado y rojo); a menudo las flores son monocolores, pero existen también variedades bicolores.
Comienza a florecer a comienzos de la primavera y el verano y no deja de hacerlo hasta las primeras heladas.
Estas plantas son susceptibles de contraer una enfermedad provocada por un tipo de tizón. Sin embargo existen variedades resistentes a estas enfermedades.
Son muy frecuentadas por las abejas por el alto contenido de néctar en el interior de las flores. Cuando una abeja se posa en el labio o pétalo inferior de una flor del boca de sapo, este sede con el peso y permite su entrada por la cavidad que el propio pétalo obtura. Cuando la abeja sale, va ya cargada de polen que se han adherido a los pelos del insecto. De este modo al visitar otras flores realiza fácilmente la fecundación de la planta.
Sus tallos son largos y delgados, y están cubiertas profusamente de flores.
nota
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