"Vamos a la Vendimia de Camargo, vamos a tomar… A tomar vino tinto, vino blanco…”. Unas 20 buenamozas vestidas de polleras verdes, blusas blancas y sombreros negros invadieron la fuente de la plaza central de Camargo para la pisa de la uva.
La fuente de la plaza fue convertida en un lagar, el que fue llenado de uva negra criolla y de otras variedades.
Las cholitas de las trenzas largas invitaron a las autoridades, periodistas y otras personalidades a quitarse los zapatos y arremangarse los pantalones. Había que trabajar.
"Vamos a la Vendimia de Camargo, vamos a tomar…”. Al son de esta canción y de otras melodías como el Jaylalitu (ritmo propio de la región cinteña), hombres y mujeres pisaron la uva hasta convertirla en mosto (cáscara, pulpa y jugo), que es el inicio de la fermentación; la primera etapa para la elaboración del vino.
Cientos de personas rodearon el lagar y con gritos y aplausos animaban a los viñateros (ellos son los que tradicionalmente pisan la uva), entre los que había también extranjeros y otros visitantes del país.
La pisa de la uva se realizó ayer en el marco de la celebración de las bodas de oro de la Ley de la Feria Nacional Vitivinícola (Fenavit), que fue promulgada por el gobierno de Víctor Paz Estenssoro. Desde entonces, la feria se realiza en Camargo, capital de la provincia Nor Cinti del departamento de Chuquisaca.
En cada feria compiten los mejores vinos artesanales del país y el jurado, por lo general, se conforma por enólogos, no solo de Bolivia, sino del extranjero.
La celebración de los 50 años de la Ley de la Fenavit comenzó el viernes en la Casa Solariega de San Pedro, lo que antes fue el mayor centro industrial del singani en el país.
A la cita asistieron los bodegueros de los cintis (Chuquisaca), de Luribay (La Paz) y de Mizque (Cochabamba), al igual que representantes de las mayores empresas del departamento de Tarija.
También estuvieron presentes legisladores, autoridades departamentales y locales.
"Es importante para nosotros, los cinteños, que se sepa que esta región es la cuna del singani boliviano; es importante que el mundo sepa que el singani nació acá”, afirmó el alcalde de Camargo, Marco Antonio Barrera.
La feria también sirve para promocionar el turismo, los espacios naturales, como la Ruta de los Dólmenes, y las haciendas que conforman la cadena de vinos y singanis ubicados en el Cañón Cinteño.
La Fenavit se realiza cada tres años y obliga a los camargueños, cinteños y chuquisaqueños a trabajar en algo común, que son los vinos y singanis, pero debe ser impulsada por todos los gobiernos: nacionales, departamentales y municipales.
Existen más de tres leyes que favorecen a vitivinícolas
Página Siete / La Paz
Desde 1964, año en que se promulgó la Ley de la Feria Nacional Vitivinícola, este sector cuenta con tres leyes nacionales, además de otras normativas regionales.
Entre ellas están la ley referida a la Feria Exposición Nacional Vitinícola, la Ley de Denominación de Origen del Singani y la Ley 0591, que declara el singani boliviano como "Patrimonio Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia”.
Además de estas normativas, están la ley departamental que declara el singani "Patrimonio Cultura de los Cintis y de Chuquisaca”, y la resolución administrativa del Estado Plurinacional de Bolivia que protege la región a través de la denominación de origen "Indicación Geográfica Valle de Cinti”, la primera en su género en Bolivia.
En las Bodas de Oro, el viernes estuvo presente la senadora Nélida Sifuentes, en representación de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que leyó una resolución de reconocimiento por las Bodas de Oro.
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